Polémica por Juan Pablo II


La instalación de una estatua del fallecido papa Juan Pablo II, que se instalarí­a en el tradicional barrio bohemio de Bellavista, en Santiago, desató una ardua polémica entre sus promotores, urbanistas y la comunidad, sin que esté claro el destino del monumento, que está a medio construir.


El Consejo de Monumentos Nacionales de Chile (CMN) rechazó la instalación de la figura del ex pontí­fice, de más de 13 metros de altura (7,5 m la figura y 6 m la base) en un céntrico parque sobre estacionamientos subterráneos, a la entrada del tradicional barrio Bellavista, epicentro de la bohemia santiaguina.

El CMN argumentó que la ubicación del monumento no corresponde a la dignidad del pontí­fice, además de que la estatua no cumple con los cánones urbaní­sticos, rompe con la armoní­a histórica y no tiene escala en relación a las otras construcciones del lugar, según dijo Nivia Palma, vicepresidenta del Consejo.

Por su parte, Ezio Mosciatti, presidente del comité de patrimonio del Colegio de Arquitectos, que se opone a la obra, señaló que «es escandaloso e inaceptable que se manejen así­ los espacios públicos. Son espacios de socialización; hay que manejarlos con otros criterios o valores».

Mientras tanto los vecinos están divididos: unas 30.000 personas firmaron una carta para apoyar su construcción, aunque varias asociaciones civiles levantaron su voz en contra del proyecto.

Entre éstos últimos está el Centro de Estudiantes de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, que se emplaza justo al frente de la ubicación proyectada para la estatua.

Pero para el escultor de la estatua, Daniel Cordero, la prohibición está sustentada en cuestiones religiosas.

«Ellos (el Consejo) mencionaron como razón final que el barrio tení­a carácter laico, por lo tanto yo quisiera preguntarles en qué minuto, amparado en qué ley, consultando a quién, se decidió sectorizar las ciudades en barrios» católicos o laicos, dijo Cordero.

«Aquí­ en ningún minuto ha habido un cuestionamiento de la relevancia e importancia del personaje que se desea conmemorar; este no es un debate religioso», contra argumentó Palma.

«Ninguna de las argumentaciones que se dieron fueron claras, precisas, urbaní­sticas y atinadas», señaló de su lado el arquitecto del proyecto, Cristián Boza.

Mientras tanto, Sol Letelier, alcaldesa de Recoleta (donde se encuentra Bellavista), protestó contra la decisión del CMN. «Desoyeron las firmas de 30.000 vecinos. Les hemos dado todas las facilidades, de tamaño y de ubicación, y ahora nos dicen que no. Esta es una decisión subjetiva, no técnica».

La estatua es financiada por la privada católica Universidad San Sebastián, que recientemente se instaló en la zona y querí­a levantar el monumento en un parque cercano, todo a un costo de 800.000 dólares.

El proyecto incluye además la construcción de un estacionamiento subterráneo y la reubicación de una tradicional feria de artesaní­as.

La estatua muestra al fallecido Juan Pablo II con su tradicional báculo papal en la mano izquierda y con la mano derecha en alto. Su construcción está en etapa avanzada, sin que aún se haya informado sobre dónde podrá ser ubicada ahora.

La mediación del ex pontí­fice fue clave para evitar una guerra entre Chile y Argentina en 1978 por la posesión de tres islas australes.

Juan Pablo II visitó luego Chile en 1987.