Nació siendo poeta, un halo de luz la iluminó siempre como una gran estrella, y murió escribiendo poesía el último día de abril de 2007. El primer poema que escribió mi señora madre María del Mar, se lo dedicó a un poste. Estando en el colegio, a la edad de nueve años, un grupo de compañeras que iban camino a una excursión le preguntaron: «Â¿eres tú capaz de hacerle un poema a este poste viejo?» La pequeña observó el paisaje, luego vio el poste y al momento respondió con una composición que más tarde tituló «Reto estudiantil» y la cual se convertiría en su primer poema. Pero como el vaivén del péndulo no es infinito para la vida de los seres humanos, llegó el momento en que María del Mar escribiría su último poema, y esto sucedió el 30 de abril de 2007 en horas de la mañana. Lo tituló «Gigantesca tempestad». A un año de haber emprendido su cósmico viaje, es mi deseo compartir con ustedes, amantes de la metáfora y la imagen, algunos de los excelentes poemas de mi señora madre, la insigne literata María del Mar.
RETO ESTUDIANTIL
(Campo de la Ermita, 1932)
Pobre poste solitario
luces triste y desolado
el verano ha agrietado
tu traje de madera,
Soportas el viento
el frío de la noche
y el sol te ha puesto viejo.
Pobre poste solitario
yo te amo
porque siempre
firme y silencioso
te encuentran trabajando
los días y los meses
de los hogares
cuando el día muere.
***
COLLARES DESHILADOS
(Guatemala, 1956)
Sumisa está la hora
en mi traje de noche.
Ansias secretas desprende
el anhelo de mis sueltas aldabas.
Ruedan fosforescentes
los relojes nocturnos
y hay un temblor
de pulsos en penumbra.
Sangra el sereno afuera
mientras derramo entre
tus manos tibias
rapsodia de caricias
y viene de ti río de fuego
sube por ondulado cause
y hace nido de brasas
en mi vientre de sol.
Caen descuidadas
sedas sobre sedas
collares deshilados
perlas sin ruido
perdidas en la alfombra
y eres tú entre mis brazos
pájaro carpintero
cavador de nidos.
Siénteme en el profundo
que gesta simplemente
la semilla madura.
Siénteme en el principio
de la dalia
y en el clavel
recién abierto.
Piénsame manantial
satinado de miel
resbalando en tu cuerpo.
Lústrame los cabellos
y abetuna mi carne
con el polen dorado de tu otoño.
Estaré -párpado abierto?
sin conocer el tiempo
bebiendo sorprendida
los sueños que alimentan
al cavador de nidos.
***
MANDAMIENTO DE RESURRECCIí“N
(Guatemala, 1964)
Y el pan no se veía
y el agua no se tocaba
y era cierto el olivo
y era verdad la lágrima del hombre.
El cuerpo fue mentido
y el hijo del crepúsculo
afiló sus tinieblas
y fue picoteado por tres cantos
el desierto del alba.
Y el pecado va en mí
y el pecado va en ti
que haz ofendido al polvo
sin tener en tus dedos
los granos de la tierra.
Y vino Moisés diciendo
que su zarzal ardía…
y sus ojos veían que no se consumía.
Pero en mis ojos se absorbe la llama
y el mandamiento es de gasta la vida.
¿Haciendo qué cosa poseeré
la vida eterna?
Y el abandono del amor se hizo
y es de abismo el recinto de la oveja
y en esta encrucijada
viste púrpuras el corno del pastor.
Bueno estuvo el vino derramado
al comando de Dios
y grande fue la brasa que del cielo cayó.
¡No la toquéis que quema!
¡No la miréis que ciega!
Y fue de Abraham
y de Moisés
y de David
y de su propia mies.
Y mío es el pecado
de no entender la luz
y tuyo es el dolor
de no saciar tu sed.
Las ropas del jacinto son moradas.
Y es en verdad la ruina de la carne
y el escombro en el reino de los hombres.
Y el pan no se veía
y el agua no se tocaba
y era cierto el olivo.
Y era verdad que el alma florecía
bebidos ya, los últimos vinagres
y encendidos purísimos aceites
en el día de todos.
***
APENAS MI DESEO
(Guatemala, 1989)
Viento a donde va tu cara
luciendo la fragancia
desnuda de la estrella
es de verdad que existes
en la piedra del río
que aquí
en este mismo sitio
de las rosas
hueles a hierba buena
a carmín sosegado de resedas
a doliente silencio de amarilla retama…
o es mentira que ahora
atraviesas mis manos
con ese gran puñado de soledad
que hiela mi vacío.
¡Cómo me dolerá mañana
estar ya muerta!
corregida de todo
disminuida
que muere en una lágrima.
Enmendarme en la nada
como antes del vientre de mi madre.
¡Cómo me dolerá!
?viento incansable?
saber que tú
aún llenas el pulmón de mi amado
sospechar que le besas las mejillas
cavilas en su tiempo
le acaricias su pelo
y le ayudas
?mientras mi largo sueño se eterniza?
a avivar la llama
que quemará mis prendas y mis cartas
sumiéndome al olvido.
Y por más que mi piel sea una gasa débil
y mis brazos se agiten
como leves abejas
y tenga al lado quietas
mocasines azules-transparentes
y suaves para levantarme
apenas durará mi sublevado esfuerzo
para apartar el peso que ciega mi camino.
Apenas será un signo mi frente desterrada
apenas mi deseo, grande mi pesadumbre.
Viento de alas inmortales
tú no entrarás por esa tapia oscura
a divulgar la noche mohosa de mis sueños.
Sólo allí no estarás cargado de perfumes
rondando los sutiles harapos de mis huesos.
Apenas el lenguaje del alba…
***
GIGANTESCA TEMPESTAD
(Guatemala, 30 de abril de 2007)
Gigantesca tempestad
entra en guerra despiadada
contra el viento sinfónico
del amanecer.
Fuerza galáctica en lucha temeraria
contra el dulce vaivén de los pinares.
Desenfrenado asalto
soberbio y grandioso
por el cielo sin límite…
Estalló la luz
de la soberbia estrella
trono de luces
poder de galaxia
aprisionó el azul de los mares.
Y el gemido fue canto
y el duelo fue fiesta
y el sol tiró sus alas
se abrió el nuevo día
y el final fue triunfo
de los manantiales
donde nace la vida.