¿Podrá Tu Muni salvar la Plaza Berlí­n?


El pasado sábado, cuando la nocturnidad opacó la luz del dí­a, tuve la grata oportunidad de visitar en compañí­a de mi señora, la antañona Plaza Berlí­n, ubicada al final de la Avenida de Las Américas, zona 13 de esta ciudad, y pude darme cuenta del estado fí­sico en que se encuentra y los cambios allí­ operados.

Fernando Mollinedo

En principio, permí­tanme recordar que dicha Plaza fue construida en Guatemala como un homenaje a la ciudad de Berlí­n, cuando ésta se encontraba dividida por el muro de concreto que dividió a la población y determinó la circunscripción municipal sobre la que ejercieron su poder polí­tico y económico las potencias ganadoras de la Segunda Guerra Mundial.

La plazuela Berlí­n cuenta con una fuente única en el paí­s, ornamentada con figuras cubistas formadas con millares de cuadritos de azulejos que forman un mosaico increí­blemente bello. También tení­a tres bloques de hormigón armado con leyendas cuyos textos no recuerdo, de los cuales sólo quedan dos parados, uno está derribado y las letras de bronce fueron objeto de la rapiña; en los murales se leen las inscripciones pétreas de «Berlí­n dividido», «Alemania dividida» y «Alejandro Von Humboldt».

Dicha plazuela, durante muchí­simos años con su vieja terminal de buses de la ruta 20, es el paseo de millares de guatemaltecos; lugar de reunión anual para los voladores de barriletes en las épocas prenavideñas, lugar de solaz y esparcimiento para miles de miles de parejas enamoradas; lugar para ir los domingos a tomar atole de elote, comer tostadas, chuchitos, en especial para observar las constantes erupciones del volcán de Pacaya. Recuerdo el restaurante ubicado en el fuselaje de un avión.

Ahora es un lugar para ejercicio el fin de semana con el programa de pasos y pedales y me pareció muy agradable que durante las 24 horas haya vigilancia permanente por parte de la Policí­a Municipal; la iluminación es muy buena y permite sentirse seguro durante el tiempo de visita y que lo poco de grama que está quedando tenga cuidado mensual en su corte.

PERO… la falta de limpieza de la fuente y la ausencia de depósitos de basura contrastan de forma negativa con las cosas buenas que comento; aparte de ello, el peligro de muchos automovilistas que circulan en sentido contrario para llegar a la plazuela por la falta de una buena señalización de tránsito.

Considero que la Municipalidad de Guatemala con los millones de quetzales generados por los impuestos, tasas y arbitrios que pagamos los DOS MILLONES de capitalinos, DEBE atender de manera urgente la reconstrucción de lo indicado porque forma parte del patrimonio cultural de la ciudad.