Poderosa inversión


Inversión. China decidió invertir en una firma estadounidense.

China decidió invertir una í­nfima parte de sus colosales reservas cambiarias en uno de los sí­mbolos del capitalismo estadounidense, Blackstone, uno de los fondos de inversión más poderosos del mundo.


La flamante Sociedad de Inversión Estatal (SIE) china, que aún no posee un nombre definitivo y ha sido encargada de multiplicar una fracción de estas reservas, eligió como su primera inversión una participación minoritaria (menos de 10%) y sin derecho a voto en Blackstone, por 3.000 millones de dólares (más de 2.000 millones de euros).

«Estamos muy contentos de poder realizar la primera inversión de la SIE en una compañí­a respetada como Blackstone», declaró Lou Jiwei, que dirige el grupo de trabajo de la SIE, en un comunicado conjunto con el presidente del grupo Blackstone, Stephen Schwarzman, quien se declaró orgulloso «de ser incluidos en una transacción tan importante para las dos organizaciones».

Schwarzman y el empresario Peter Peterson fundaron Blackstone en 1985 con sólo 400.000 dólares. Blackstone posee al dí­a de hoy activos por más de 30.000 millones de dólares.

La inversión china en Blackstone marca un giro en la manera en que el gigante asiático maneja sus reservas cambiarias, las primeras del mundo, alimentadas sobre todo por su comercio floreciente, y que alcanzaron los 1,2 billones de dólares a fines de marzo.

Hasta ahora, el paí­s compraba de manera prioritaria bonos del Tesoro estadounidense, considerados como colocaciones muy seguras pero de rentabilidad limitada, y del cual es el segundo poseedor en el mundo, con unos 600.000 millones de dólares en bonos.

Las autoridades chinas decidieron crear una agencia encargada de invertir una parte de estas reservas -unos 200.000 millones de dólares, según la prensa oficial- en activos con mayor remuneración y por ende más riesgosos.

En marzo, el ministro de Finanzas, Jin Renqing, subrayó que el gobierno pensaba «hacer todo lo que esté a su alcance para tener más ganancias y productividad con la gestión de las reservas, basándose en algunas experiencias exitosas en el extranjero, como por ejemplo Temasek», el holding financiero de Singapur, que multiplicó las inversiones en los paí­ses extranjeros, particularmente en el sector bancario chino.

Los fondos de inversiones, que multiplican las compras de empresas en el mundo entero, ofrecen actualmente los rendimientos más interesantes en el mercado.

Los analistas también consideran que la decisión de China es razonable.

«Hallé sensato que China colocara (…) una parte de sus activos en compañí­as de inversión internacionales experimentadas», estimó Ma Jun, de Deutsche Bank.

«Es un buen punto de partida, dada la falta de recursos humanos al inicio de la nueva agencia para manejar un amplio portafolio» de inversiones, declaró por su lado Sun Mingchun, de Lehman Brothers.

Para evitar una eventual oposición del gobierno estadounidense, los chinos decidieron permanecer por debajo del umbral de 10% en Blackstone.

Por ahora no se ha manifestado ninguna oposición a la inversión, pero desde Alemania, donde participaba en la reunión de ministros de Finanzas del Grupo de los ocho paí­ses más ricos del mundo (G8), el secretario adjunto del Tesoro estadounidense, Robert Kimmitt, llamó el viernes implí­citamente a China a dar muestras de reciprocidad.

«Queremos que los capitales extranjeros vengan a Estados Unidos. Cuanto más abiertos seamos a las inversiones, más esperamos que los paí­ses extranjeros estén abiertos a las inversiones estadounidenses», afirmó.