«A los sufridos pueblos del mundo, a las víctimas de la ignorancia, del terrorismo, del genocidio, de la pobreza, de toda forma de exclusión, del racismo y la intolerancia»
El ciclo permanente del poder y las relaciones sociales han generado a lo largo de la historia del hombre una relación marcada profundamente por el choque, la imposición por la fuerza, la lucha armada y las acciones militares unilaterales. Estas, a su vez, han dado como resultado que las categorías, elementos o clave de los conflictos hayan aparecido, se hayan agudizado, profundizando la problemática y dificultando una posible solución, esto se conoce como radicalización del conflicto.
Habré de iniciar aseverando que toda sociedad presenta algún grado de conflicto, las variables que lo alimentan y la intensidad habrá de variar en obviedad a sus propias realidades.
Las raíces y causas de los conflictos se sustentan en la mayoría de los casos sobre unas relaciones sociales condicionadas por la imposición a la fuerza del poder, en otros casos, el poder condiciona unas relaciones sociales perversas que ven el conflicto como una situación natural, esta situación que denomino «irreales» o «ficticias» propicia que constantemente se presenten en el escenario internacional confrontaciones acompañadas de conflictos.
No es mi interés en este artículo presentar consideraciones en torno al origen o solución del conflicto, sino más bien, desde la observación académica y desde la aportación teórica abordar someramente la simbiosis sociológica que nos permita entender que el conflicto deriva del poder, incide en el poder, modifica las estructuras sociales y a su vez las estructuras sociales afectan al poder repitiendo un ciclo constante y permanente.
El desarrollo (raíces, detonantes, explosión, desarrollo, consecuencias, tratamiento y solución) del conflicto internacional es tarea de la política exterior de los Estados, el desarrollo del conflicto interno es una tarea que requiere del concurso de todos los actores involucrados y el cual se maneja bajo los lineamientos de cada una de las realidades.
Permítame aterrizarlo sobre situaciones concretas y que en su momento he señalado sobre realidades de los diferentes conflictos derivados de las relaciones sociales y del poder, esto configura el escenario sobre el cual convergen los rostros de las sociedades y de las diversas realidades. Al analizar conflictos en Asia, ífrica, América, Europa, Medio Oriente, por citar un ejemplo, así como las siguientes subregiones, las variables, alimentadas por las coyunturas definitivamente no son iguales.
Mi propuesta para esta tarde es la siguiente: a) análisis del rostro social (poder -relaciones sociales – poder) que defino como ciclo vicioso del conflicto y que configura las realidades sociales; b) análisis de coyuntura (antecedentes, actores, medios y prospectiva y c) análisis y desarrollo del conflicto.
Este ejercicio que en principio parece simple tendrá que considerar la generación de una matriz para la solución del conflicto en el cual el analista tenga la suficiente capacidad de evaluar en base a los modelos teóricos una posible solución. En otras columnas se habrá de presentar los más de 20 modelos existentes y que me gustaría incluir en algunos conflictos como un ejercicio práctico.