Ayer, se reunieron durante casi una hora el Papa Francisco y el Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en el que podría ser considerado el encuentro de los dos personajes con mayor poder político por la enorme influencia que ambos tienen a nivel mundial.
Se debe recordar que Obama y Francisco tuvieron su primer “pulso” con el tema de Siria en el que Estados Unidos estaba prácticamente decidido a intervenir militarmente, pero cambió de parecer tras la pública oposición del jerarca de la Iglesia Católica que llamó a buscar métodos alternativos.
A esto, hay que agregar la tensión por diferencias en decisiones de trascendencia política como el apoyo al aborto y el uso de métodos anticonceptivos que el gobierno federal de Estados Unidos ha impulsado y que han mantenido distanciados a funcionarios de ambos lados.
Sin embargo, hay que reconocer también que es un momento muy oportuno para darle relevancia a temas que ambos líderes han impulsado desde sus respectivos despachos y actividades públicas, como el combate a la pobreza, la lucha contra la explotación, las injusticias contra los migrantes, etc., siendo todos ellos temas estrictamente de respeto al individuo y que requiere amplia observancia a los derechos humanos.
Cuando se juntan el líder de la potencia más grande del mundo con el personaje que se ha logrado convertir en el motor espiritual y la voz de la conciencia de los políticos, el resultado puede ser muy positivo enfocándose en los retos que ambos reconocen como temas en común y los beneficiados podrán ser, en este caso, esos millones de necesitados que se incluyen en los temas que les ocupa.
Cuántas veces no se ha cuestionado cómo esas instancias de poder han sido utilizadas para mantener y fortalecer los privilegios que han sido históricamente monopolizados por las cúpulas políticas, religiosas y económicas y es ahora que podemos ser testigos de este encuentro en el que se describe abiertamente que el tema más importante que se ha tocado es el del compromiso mutuo por la observancia de prácticas más contundentes y determinantes a favor de quienes no tienen nada y sufren en exceso.
Alentador ver tanto poder junto y utilizado para algo tan claro. Se ha refrescado el panorama político mundial con la llegada del Papa Francisco y el simple hecho de tocar estos temas con el Presidente de los Estados Unidos es la muestra de su lealtad hacia la Compañía de Jesús, incansable batalladora por la justicia social.
Minutero:
Poniendo el dedo en la llaga
el Papa habló del migrante
pidiendo de muy buen talante
que muy justo esfuerzo se haga