Pobreza y economí­a de EE.UU.


Actos culturales presentados anoche en la Asamblea del BID.

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) inició este lunes en Guatemala su reunión anual con la esperanza de que América Latina acumule su cuarto consecutivo año de fuerte crecimiento, aunque con los ojos puestos en la pobreza que sigue afectando la región y en la evolución de la economí­a estadounidense.


El «gran reto de nuestros paí­ses durante los próximos años es hacer que los beneficios del crecimiento puedan sentirse en cada hogar de la región y para esto la igualdad de oportunidades debe ser el gran objetivo», afirmó el presidente del BID, Luis Alberto Moreno, en su discurso inaugural.

«Hay que aceptar que los logros por importantes que sean no han bastado para extender los beneficios del crecimiento económico a todos los sectores, regiones o segmentos sociales», reconoció Moreno, que previó un crecimiento de 4,8 a 5% para América Latina este año, levemente inferior al 5,3% de 2006.

«La expansión económica actual no se ha visto reflejada en mejoras en la calidad de vida de un gran número de nuestros habitantes. Subsiste la desigualdad, es inaceptable que 205 millones de habitantes vivan por debajo de la lí­nea de la pobreza», insistió.

La pobreza pasó por debajo del umbral de 40% en América Latina el pasado año y la extrema pobreza por debajo de 15%, aunque la región sigue siendo la más desigual del mundo.

Mientras los gobernadores de los 47 paí­ses miembros del BID hablaban de pobreza, cientos de guatemaltecos protestaban fuera precisamente para denunciar que la polí­tica del Banco beneficiaba al sector privado y no a la población más vulnerable.

En su discurso, la presidenta chilena, Michelle Bachelet, abogó por un crecimiento mejor repartido en la población: «Desarrollo económico e inclusión social son dos objectivos, a nuestro juicio, complementarios e inseparables», explicó.

«Nuestro principal desafí­o es confederar un desarrollo económico que beneficie a todas las personas y sobre todo a los más desprotegidos» añadió.

Por su parte, el secretario estadounidense del Tesoro, Henry Paulson, también insistió en el mismo tema.

«Lo que quiero poner de relieve hoy dí­a es que creo que el reto para la región no es sólo aumentar el crecimiento económico, sino hacer que se sientan sus beneficios por todos los paí­ses y para todos los paí­ses y creen una clase media», afirmó.

Por su parte, los otros tres presidentes que participan en la cumbre, el anfitrión Oscar Berger, el salvadoreño Antonio Saca y el hondureño Manuel Zelaya, también aseguraron que la lucha contra la pobreza debí­a ser una prioridad.

En el ámbito económico, los participantes en la cumbre del BID se congratularon por la perspectiva de un cuarto año consecutivo de crecimiento para la región, aunque también mostraban su preocupación por las consecuencias de una eventual recesión en Estados Unidos.

«Nuestras economí­as están muy sincronizadas con lo que pase en la economí­a norteamericana», recordó Moreno, después que la bolsa estadounidense cayera la semana pasada y arrastrara a los otros mercados mundiales.

En este contexto, el Banco advirtió que «una recesión en Estados Unidos se traducirí­a en un crecimiento de por lo menos dos puntos porcentuales menos en la región».

Al margen de la reunión, el número tres del Fondo Monetario Internacional (FMI), el brasileño Murilo Portugal, emitió un mensaje de tranquilidad.

«Lo que sucedió en el mercado financiero era más una corrección tras un largo perí­odo de crecimiento en los precios de los activos, que un cambio fundamental en la dirección del mercado que nos obligue a hacer otra evaluación de nuestras proyecciones mundiales», aseguró.

Su predecesor en el mismo cargo, el actual ministro mexicano de Hacienda, Agustí­n Carstens, también envió un mensaje de tranquilidad: «la economí­a mexicana ha generado posibilidades de crecimiento a través del mercado interno y eso nos ha dado cierta fortaleza con respeto a la suerte de la economí­a de Estados Unidos», afirmó.