Jóvenes de edades comprendidas entre los 18 y 35 años son las principales ví­ctimas de la violencia, según informe del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Según el informe, Guatemala reportaba una tasa de 44.24 homicidios por cada 100 mil habitantes en el año 2005, superado únicamente por El Salvador (59.91) y Honduras (59.6); Chile, Estados Unidos, y Uruguay son los menos violentos.

Los municipios donde la mayorí­a de la población es no indí­gena reportan niveles más altos de violencia en 58.21, en comparación con las regiones donde la composición étnica es liderada por indí­genas en 15.78.

Según Arturo Matute, del Programa de Prevención de la Violencia y Seguridad Ciudadana de PNUD, la inseguridad afecta negativamente la calidad de vida de las personas, ya que la percepción de la violencia puede tener efectos negativos en la conducta de las personas.

Jóvenes y hombres

En la encuesta realizada por el órgano de las Naciones Unidas en el municipio de Guatemala en el primer semestre del 2007 se evidencia que el 74.6% de las ví­ctimas son hombres y 87.6 por ciento son jóvenes en edades comprendidas entre 18 y 35 años.

Matute considera que la problemática de la violencia se agrava al comparar las estadí­sticas sobre las denuncias interpuestas por las ví­ctimas, ya que el 74.9% de los encuestados no acudió al Ministerio Público a una estación de la Policí­a Nacional Civil para denunciar el hecho delictivo.

Casi el 60 por ciento de las personas indicaron que no denunciaron el hecho delictivo ya que consideraban «que no serví­a de algo», esto según Cecil de León del Colectivo de Organizaciones Sociales (COS), se debe a que el sistema de justicia ha demostrado ser ineficiente.

En ocasiones anteriores, de León denunció que solamente el 3 por ciento de las denuncias interpuestas en el Ministerio Público son atendidas por los tribunales de justicia y el 2% reciben sentencia.

Cambios radicales

El clima de violencia e inseguridad ha obligado a los habitantes de la Ciudad de Guatemala a cambiar su conducta en distintos aspectos, de tal forma que se ha incrementado el porcentaje de hogares que pagan por los servicios de seguridad privada, el 12.3% según PNUD.

A pesar de que los hombres son más afectados por la violencia, el estudio indica que las mujeres viven con más inseguridad, el 45.9 de las encuestas indicaron ser inseguras y el 16.3 muy inseguras.

Asimismo, la delincuencia ha motivado a que las familias se organicen para evadir la violencia en sus sectores residenciales, instalando talanqueras, contratando seguridad privada y realizando reuniones de vecinos para prevenir los ataques de delincuentes.

El PNUD recomienda fortalecer el combate al crimen organizado y realizar estudios más completos sobre los í­ndices de criminalidad y violencia a nivel nacional; los jóvenes y mujeres deben ser temas prioritarios en los estudios, según las conclusiones del informe.