Mientras los ministros de Gobernación y los directores de la Policí­a Nacional Civil (PNC) siguen siendo cambiados en la institución, tal parece que la «depuración» en cuanto a sus resultados alcanzan la forma pero no el fondo.

Analistas opinan que el proceso debió iniciar inmediatamente después de la firma de los Acuerdos de Paz, y que en la actualidad deben intervenir entidades externas que garanticen una adecuada depuración de la institución.

Según información de la Fiscalí­a de delitos administrativos, el Ministerio Público (MP) tramita 21 procesos mensuales contra miembros de la institución policial.

De enero de 2008 a la fecha la fiscalí­a investiga 400 procesos, los cuales son producto de las denuncias de particulares, y de trámites administrativos iniciados en la Oficina de Responsabilidad Profesional de la PNC y hasta flagrantes, lo que denota que dentro de la entidad aún existe personal que incurre en delitos.

CONTEXTO

Eduardo de León, analista de la Fundación Rigoberta Menchú, opina que en los Acuerdos de Paz, se refieren a la creación de una nueva PNC y que desde ahí­ hubo un error de origen en el sentido que se planteaba la creación de una nueva institución «pero lo que se hizo fue reciclar», indica.

«Ese reciclaje trajo consigo el hecho que se filtraran agentes del crimen organizado y la estructura funcionara de acuerdo con pensamientos anteriores a la nueva PNC», refirió De León.

El analista también señaló que no existe una institucionalidad clara que permita el funcionamiento de la institución «ya que se habla de depuración y se cambia de ministro, eso denota que no hay institucionalidad que se respete ni polí­tica que vaya más allá del tiempo que duran los ministros y los gobiernos de turno», opina.

El entrevistado resaltó además que «ante la ineficiencia o fracaso aparece un discurso que pretenderí­a responder a la demanda ciudadana, que consiste en reconocer que hay males que las autoridades quieren depurar, pero que sobresale la incapacidad de tener una policí­a funcional y eficiente», criticó.

De León agregó que el poder ejercido desde el crimen organizado «es más fuerte» que el ejercido por el mismo Estado para procurar la depuración de la PNC.

ACTUALIDAD

Sandino Asturias, analista de Seguridad y Justicia, opina que los procesos para la depuración de esa institución, siempre que sea una entidad autodepurable y no se implemente una verdadera carrera policial.

«Despedir policí­as sin procesos adecuados y sin que sean procesados cuando cometan delitos sólo genera un proceso de mayor fortalecimiento de la criminalidad, la depuración debe ser parte del mecanismo que inicie en la selección de quienes aspiran a ingresar a la PNC», opina el analista.

Para Asturias hay que empezar por escoger bien a los miembros de la PNC y por capacitarlos más allá del curso que reciben en la academia: «la selección, profesionalización, evaluación y también promoción de buenos policí­as», va a ir dando buenos resultados en ese tema, insistió.

El entrevistado considera que la autodepuración sólo genera que los grupos de poder peleen unos contra otros dentro de la institución y que para contrarrestar esa situación debe depurarse la PNC desde afuera, por ejemplo, con organizaciones de la sociedad civil que trabajan de cerca ese proceso y las universidades que puedan analizar el tema de la profesionalización y rendimiento del personal, indicó Asturias.

Asturias dijo finalmente que el concepto de refundación de la PNC es necesario y si no se apuesta a la profesionalización del personal y la creación de cuerpos de prevención e investigación dentro de la institución el colapso de la seguridad va a seguir siendo la realidad en el paí­s.