Los trabajadores chinos que suelen pasar más de 60 horas a la semana ensamblando iPhones y iPads dejarán de laborar tiempo extra y tendrán un aumento en su salario por hora como consecuencia de la inspección que realizó en las plantas de Apple Inc. en China una firma de auditoría laboral contratada por la empresa.
La compañía taiwanesa que dirige esas fábricas en China, Hon Hai Precision Industry Co., se comprometió a disminuir el tiempo semanal de trabajo al máximo legal de 49 horas, informó la organización Fair Labor Association (FLA), asentada en Washington.
Ese límite es rutinariamente ignorado por fábricas en toda China. El director de la FLA, Auret van Heerden, dijo que Hon Hai es la primera empresa que decide adoptar la norma legal.
Los propios lineamientos de Apple y FLA estipulan semanas laborales de hasta 60 horas.
La FLA descubrió que muchos trabajadores de las plantas de Hon Hai quieren trabajar incluso más tiempo extra, para ganar más. Hon Hai, también conocida como Foxconn, le comunicó a la FLA que incrementará el salario por hora para compensar a los trabajadores por la reducción en las horas de labor.
Los auditores de la FLA recorrieron tres instalaciones de Foxconn en febrero y marzo: Guanlan y Longhua cerca del centro costero de manufactura en Shenzhen y Chengdu en la provincia isleña de Sichuán. En esas plantas laboran 178 mil personas, con una edad promedio de 23 años.
El salario mensual promedio en las fábricas oscilaba entre 360 y 455 dólares. Foxconn aumentó recientemente los salarios en hasta 25% en lo que fue la segunda alza sustancial en menos de dos años.
El director de Apple, Tim Cook, visitó el miércoles una planta de Foxconn en la ciudad china de Zhengzhou.
Foxconn da empleo a 1,2 millones de personas en China para que ensamblen productos no sólo de Apple, sino también de Microsoft Corp., Hewlett-Packard Co. y otros pilares de la industria tecnológica estadounidense.
La situación de Apple en China fue objeto de controversia reciente debido a un monólogo de Mike Daisey sobre Foxconn, difundido el 6 de enero por la radio pública en Estados Unidos. La radioemisora se retractó del programa hace dos semanas al afirmar que Daisey mintió en partes clave, como el uso de mano de obra infantil.
La FLA no encontró casos de trabajo infantil ni de trabajo forzado.