Pasado más de un año desde los embates provocados por la tormenta tropical Agatha en Guatemala, la reconstrucción de la infraestructura que resultó dañada y destruida en esa ocasión no alcanza el 10 por ciento de lo planificado, mientras que la amenaza de nuevos temporales pone a raya a las autoridades encargadas de la prevención de desastres.

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La pertinaz lluvia de la noche del 29 de mayo de 2010 anunciaba una de las tormentas con mayor impacto de ese año. En esa fecha, las primeras ondas de Agatha ingresaron al territorio nacional y causaron serios daños.
Según la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), los perjuicios se observaron en 38 mil 389 viviendas, 395 mil 291 personas afectadas, 105 mil 164 damnificados, 168 mil 59 evacuados, 111 mil 20 albergados, 160 muertos, 79 heridos y 37 desaparecidos.
Además, mil 100 escuelas fueron afectadas totalmente y 12 dañadas en un porcentaje, 161 carreteras sufrieron daños, 116 puentes fueron estropeados totalmente y 46 dañados parcialmente.
A más de un año del suceso, las metas de reconstrucción se encuentran muy lejos de los ideales planeados por el Organismo Ejecutivo en conjunto con la Comunidad Internacional, con la coordinación de la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia (Segeplan), dirigida por Karin Slowing.
Para la reconstrucción de los daños ocasionados por Agatha, Segeplan preparó el plan de “Reconstrucción con Transformaciónâ€, basado en cuatro ejes: asistencia humanitaria y rehabilitación; recuperación de medios de vida y reactivación económica; adaptación y mitigación al cambio climático, y fortalecimiento institucional.
Durante la Conferencia Internacional de Cooperantes –en la que participaron diplomáticos, funcionarios y autoridades gubernamentales–, celebrada en septiembre del año pasado, la Secretaría a cargo de Slowing informó que para cubrir los gatos se necesitarían unos Q15 mil 300 millones –US$1,921.1 millones de dólares–.
Hoy, la funcionaria considera que la reconstrucción del país se ha estancado en menos del 10 por ciento de lo planificado. ¿Qué ocurrió con los planes?
PROMESAS
Para avanzar con la reconstrucción, Guatemala abrió sus puertas a los cooperantes internacionales, y, a través de la conferencia internacional realizada entre el 11 y 12 de octubre de 2010, se pretendió obtener respaldo político, movilizar recursos complementarios y reafirmar la corresponsabilidad de los países que contribuyen al cambio climático.
Luego de la conferencia, se recibieron ofertas de cooperación de 21 países, 12 fuentes multilaterales y 4 organizaciones independientes. Se estimó que de concretarse todos los ofrecimientos, la promesa de ayuda sería de Q5 mil 960.3 millones –US$748.4 millones–. Sin embargo, mucho de esto aún no ha quedado en firme.
Hasta mayo pasado, cuando se cumplió el primer año de la tragedia, se tenía una brecha económica de Q12 mil 700 millones, ya que los diferentes ministerios e instituciones encargadas de las obras recibieron solamente Q2 mil 600 millones para los trabajos de reconstrucción. Sin embargo, solo ejecutaron Q732 millones entre 2010 y 2011.
La comunidad internacional colaboró con Guatemala durante la emergencia aportando Q200 millones y se hicieron ofrecimientos sobre Q300 millones más.
De mayo para esta fecha, la situación no ha cambiado, pues según lo confirma Slowing, la situación económica sigue igual.
¿FONDOS DESVIADOS?
El 13 de abril de este año, Diario La Hora publicó información sobre el desvío de fondos para reconstrucción post-Agatha al programa social Bolsa Solidaria. Se trató de más de Q100 millones que serían utilizados para ayudar a las víctimas de la tormenta tropical y que fueron trasladados a este programa de gobierno.
Nineth Montenegro, parlamentaria que ha fiscalizado dichos programas, denunció que el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación implementó alrededor de Q130 millones para el proyecto de Bolsas Solidarias; de esta cantidad, Q80 millones eran fruto de bonos autorizados para que esta cartera pudiera auxiliar a los damnificados.
Además, Montenegro señaló que dichas bolsas fueron dirigidas a colonias en la ciudad Capital, que son vulnerables, pero no consideradas como en extrema pobreza, como lo son las colonias Quinta Samayoa, Castillo Lara, Primero de Julio y barrios de la zona 18.
Otra anomalía detectada se refiere a que las compras realizadas por el MAGA fueron bajo el renglón de excepción, por lo que no hay información sobre la empresa vendedora y la cantidad que se ha gastado.
Más recientemente, el 2 de agosto de este año, se conoció que Juan Alfonso de León, titular del MAGA, desconoce el destino que tuvo más de la mitad de los fondos que el Ministerio de Finanzas le otorgó a esa cartera en concepto de bonos para la reconstrucción y que sumaron Q146 millones.
La información sobre este dinero fue solicitada por el Partido Patriota; sin embargo, no pudo ser proporcionada por De León, pues según dijo, la desconocía.
Según la parlamentaria Roxana Baldetti, del Partido Patriota, una parte de estos fondos ya fue ejecutada, pues el Ministerio de Finanzas adelantó Q100 millones el año pasado, los cuales fueron utilizados para avances físicos.
NECESIDADES DESCUBIERTAS
Según consta en información de la Conred, hasta el 12 de octubre de 2010, la Secretaría Ejecutiva de esa entidad recibió 2 mil 45 solicitudes de certificación de causa y daño –necesarias para desarrollar obras de reconstrucción–, de las cuales mil 670 se aprobaron, mientras que 375 fueron rechazadas por diversas causas.
El Instituto de Fomento Municipal registró un total de 455 proyectos para que se emitieran igual número de certificación de causa y daño, de las cuales 391 fueron aprobadas y 64 rechazadas y al Fondo Nacional para la Paz, Fonapaz, le fueron aprobadas 386.
Entre otras instituciones a las que se les emitió certificaciones de causa y daño están, la Unidad Ejecutora de Conservación Vial, Covial, a quien se le han entregado 296 certificaciones; al Ministerio de Educación, con 125 certificaciones de causa y daño aprobadas. Además el Ministerio de Salud, el Instituto Nacional de Electrificación, el Ministerio de Agricultura y la Portuaria Quetzal.
Pero también las municipalidades ingresaron proyectos para que les fueran certificados, entre estas comunas figuran la de Ixtahuacán en Sololá; San Antonio Aguas Calientes de Sacatepéquez; Huehuetenango y las municipalidades de Quetzaltenango, San Martín Sacatepéquez, El Palmar y San Mateo en el departamento de Quetzaltenango.
Información del Ministerio de Comunicaciones destaca que, a través de la Dirección General de Caminos y la Unidad Ejecutora de Conservación Vial, atendió más de mil 500 emergencias provocadas por las copiosas lluvias y que dañaron la infraestructura de carreteras y puentes.
En cuanto a bacheo, el monto a invertir es de Q129 millones 918 mil 578 con 20 centavos, para atender 4 mil 123. 00 kilómetros. Para la limpieza, el monto a invertir es de Q78 millones, 858 mil 172.88 para cinco mil 253.07 kilómetros. En el tema de terracería, el monto a invertir es de Q89 millones 605 mil 553.90 que se invertirán en mil 985.63 kilómetros.
“SOBREMOJADOâ€
Leonor Calderón, coordinadora residente del Sistema de Naciones Unidas en Guatemala, dijo recientemente que Guatemala tendría complicaciones en un futuro si no se atienden las emergencias por desastres naturales, considerando que a los guatemaltecos les llueve sobre mojado por la falta de atención en las áreas afectadas.
“Esta es una información científica y donde a Guatemala le afecta la ubicación topográfica, por estar sobre tres fallas tectónicas, entre dos océanos, saturación de ríos y por los asentamientos desordenados de población que también son factores de riesgo.â€
Calderón manifestó que la falta de reconstrucción de carreteras –lo cual no necesariamente ha sido por falta de voluntad política, sino por la falta de recursos destinados a la gestión pública en Guatemala– es muy limitada, por lo que el próximo gobierno deberá considerarlo; porque el Estado guatemalteco requiere de más recursos para que tenga más capacidad de respuestas ante eventos naturales.
Mientras tanto, las consecuencias de Agatha aún son visibles y no se visualiza el tiempo en que las condiciones podrán mejorar.
“Prácticamente no le puedo dar nuevos datos, porque realmente no se ha podido reconstruir mucho más, porque no ha habido mayor cantidad de dinero. Yo espero que si se resuelven los temas de las discusiones en el Congreso ojalá se obtenga algún recurso, mientras tanto realmente no hay mayores cambiosâ€, puntualizó la titular de Segeplan.
Karin Slowing
Secretaria de Planificación y Programación de la Presidencia