Los Pittsburgh Steelers ganaron una imprecedente sexta corona de la Liga Nacional de Football (NFL) americano, al derrotar 27-23 a los Arizona Cardinals en el 43 Superbowl jugado la tarde de ayer en Tampa (Florida).
Un pase de seis yardas del quarterback Ben Roethlisberger al abierto Santonio Holmes le dio oportuno touchdown a los Acereros, a sólo 35 segundos del final, que les permitió volcar un marcador adverso de 23-20, ante 70.744 aficionados, reunidos en el Raymond James Stadium de Tampa.
«Sabíamos que teníamos un oportunidad de regresar al partido y la aprovechamos», dijo un muy contento Roethlisberger, quien consiguió su tercer anillo de un Supertazón
Pittsburgh extendió a 61 las temporadas de los Cardenales sin ganar un título, mientras sumó su corona a las ganadas en los Superbowls de 1975, 1976, 1979, 1980 y 2006 para sobrepasar a los pentacampeones San Francisco y Dallas.
Los Cardinals, que ganaron su única corona de la NFL en 1947, no pudieron quebrar su sequía de títulos, la más larga del deporte estadounidense detrás de los 100 años que llevan los Cachorros de Chicago esperando por un trofeo de campeón.
La jugada clave del partido fue la anotación de Holmes, quien con un salto felino capturó el pase aéreo de de 40 yardas del «Big Ben» Roethlisberger hacia la esquina derecha de la línea de fondo, para caer por unos centímetros dentro de los límites del terreno.
Holmes, quien tuvo nueve capturas para un total de 131 yardas, fue nombrado el Jugador Más Valioso del Superbowl.
Parecía que los Steelers se encaminaban a una fácil barrida de 20-7 cuando en el último cuarto los Cardinals lograron zafarse el lazo defensivo y marcar dos touchdowns que le dieron la vuelta al partido para ponerles delante 23-20.
Faltando 7:19 minutos el mariscal de campo Kurt Warner conectó con un pase de una yarda al melenudo Larry Fitzgerald, quien consiguió descontar seis puntos. Una patada de Justin Harwig metió a Arizona en la pelea 20-16.
A 2:25 del adiós, de nuevo Warner volvió a encontrar a Fitzgerald, para que éste anotara el TD en un pase de 64 yardas, que puso delante a los del desierto 23-20.
«Estar tan cerca después del último touchdown y ser barridos en los finales, eso duele. Me siento vacío ahora», dijo un desconsolado Fitzgerald.
En el minuto final, Pittsburgh volvió a apretar la marca sobre Warner, quien comenzó a fallar con más frecuencia, y los Steelers implantaron su famosa «Cortina de Acero» para cortales las alas a los «pájaros rojos».
En su última oportunidad con el ovoide, los Acereros fabricaron ocho jugadas para acercarse a la zona peligrosa de Arizona, hasta que el pase de Roethlisberger a Holmes cambio la decoración final del partido.