Mientras la abatida Italia regresaba a casa hoy tras una decepcionante Copa del Mundo, la selección recibió una buena noticia cuando Andrea Pirlo, el cerebro del mediocampo, dijo que está reconsiderando su decisión de retirarse de la escuadra Azzurra.
El volante de la Juventus, de 35 años de edad, había afirmado antes del Mundial que iba a dejar el equipo nacional después del torneo en Brasil.
Sin embargo, señaló hoy que «si el nuevo seleccionador nacional piensa que me necesita, con mucho gusto voy a estar disponible».
Pirlo ha marcado 13 goles en 112 partidos con su selección desde que debutó en 2002, y ayudó a Italia a ganar el Mundial del 2006.
Después de derrotar 2-1 a Inglaterra en su primer partido, Italia perdió ante Costa Rica (1-0) y Uruguay (1-0) en Brasil, y cayó eliminada en primera ronda.
El técnico Cesare Prandelli renunció inmediatamente después de la derrota ante Uruguay.
La mayoría de los jugadores, así como Prandelli, desembarcaron en el aeropuerto Malpensa de Milán, y el avión siguió con rumbo a Roma.
El capitán italiano Gianluigi Buffon fue el único jugador que habló con la prensa, pero el portero de la Juventus se negó a hacer comentarios sobre Mario Balotelli, que ha sido objeto de muchas críticas. «Voy a hablar sólo sobre fútbol. Dejamos una mala impresión», admitió.
Balotelli, el delantero del Milan, descendió del avión luciendo una cresta recién teñida de rubio.
El primero en bajar del avión en Roma fue el ex presidente de la Federación Italiana de Fútbol, Giancarlo Abete, quien se unió a Prandelli y dimitió inmediatamente después de la derrota frente a Uruguay.
El astro de la Roma Daniele De Rossi fue el último en desembarcar, y junto al centrocampista de la Lazio Antonio Candreva fueron los dos únicos jugadores que recibieron aplausos de parte de unos 20 trabajadores del aeropuerto que esperaban al final de las escaleras.