Unos 300 millones de dólares en oro son robados cada año por «piratas de las minas» en Sudáfrica, según un informe publicado en Johannesburgo.
La magnitud del fenómeno es tal que podría provocar el cierre de las minas menos rentables, generando supresiones de empleo en un sector primordial para la economía sudafricana, según el informe del Instituto de Estudios sobre la Seguridad (ISS).
Al menos 41% del oro es robado por empleados de las minas, y 56% por personas exteriores a ellas.
El informe del ISS precisa que unos 280 millones de dólares en oro desaparecen cada año, debido a la acción de ladrones aislados o de bandas especializadas en el tráfico de metales preciosos.
«El robo de oro existe desde hace tiempo, estamos constantemente en alerta», confirmó Andrew Davidson, portavoz del gigante minero Gold Fields, que tiene un servicio dedicado especialmente a este problema.
Sudáfrica padece además un aumento de la actividad minera ilegal, con buscadores clandestinos de oro que pasan largos períodos bajo tierra con la complicidad de mineros declarados, que les proporcionan alimentos, según este informe.