El ex dictador chileno Augusto Pinochet superó su «etapa crítica» tras el infarto cardiaco que sufrió el domingo pasado, según informó este martes el jefe del equipo médico que lo atiende en el Hospital Militar de Santiago.
En su informe, a las 10:00 locales, el médico Juan Ignacio Vergara señaló que «en este momento podemos decir que la etapa crítica ha sido superada» en el estado de salud de Pinochet.
«El general se encuentra en buenas condiciones en este momento, está bien, consciente, conversa», agregó Vergara, aunque precisó que «la edad avanzada del paciente» determina que por ahora continúe en la unidad coronaria del hospital.
Más temprano Marco Antonio Pinochet, hijo menor del general, dijo a la prensa que hay «una pequeña recuperación que viene desde ayer, pero todavía mi padre sigue en alto riesgo. Por eso son las horas más críticas estos dos días».
Tras la hospitalización el domingo de Pinochet, de 91 años, el equipo médico anunció el lunes una mejoría que de inmediato generó una polémica sobre si se exageró su estado de salud como ha ocurrido en otras ocasiones.
Mientras unas pocas decenas de seguidores siguen en vigilia frente al hospital, en un exclusivo sector al oriente de la capital chilena, abogados y un periodista estrella de la televisión pusieron en duda la gravedad de la enfermedad del ex dictador.
Cuando la Corte de Apelaciones de Santiago liberó el lunes a Pinochet de su arresto domiciliario por un caso sobre dos asesinatos ocurridos durante su régimen, los abogados querellantes expresaron que como una estrategia de defensa, la familia del ex dictador exageró la crisis de salud que lo llevó a ser internado el domingo.
«Me sorprende que el general se haya recuperado de forma tan óptima en menos de 24 horas», dijo uno de ellos, el abogado Hugo Gutiérrez.
Alejandro Guillier, uno de los más prestigiosos periodistas en Chile, aportó también a la polémica: «La versión que hemos entregado los medios de comunicación sobre la situación de Pinochet es demasiado alarmista. No estamos en presencia de un infarto porque un señor de 91 años no resiste un infarto. Cualquier persona con 90 años sufre un resfrío y corre peligro», dijo.
Marco Antonio Pinochet respondió a Guillier indicándole que en el caso de su padre lo salvó el hecho de tener una ambulancia a mano, lo que permitió que solamente pasaran siete minutos entre su crisis cardiaca y el comienzo de la atención de urgencia en el Hospital Militar.
La enfermedad de Pinochet volvió a poner sobre el tapete el tema del protocolo que se deberá seguir si no se sobrepone a su crisis de salud y muere.
El lunes la presidente chilena, Michelle Bachelet, y el comandante en jefe del Ejército, general Oscar Izurieta, se reunieron durante 50 minutos y convinieron -según fuentes cercanas a la reunión- una ceremonia estrictamente de corte militar.
Según esas fuentes, citadas este martes por la prensa chilena, Izurieta dijo que esta ceremonia prevé la instalación de una capilla ardiente en la Escuela Militar además de honores militares.
Bachelet planea ceñirse al reglamento castrense en caso de que muera el ex dictador, y en ese caso no habrá funerales de Estado ni participará ella misma en las exequias y será la ministra de Defensa, Vivianne Blanlot la representante del Gobierno en estos actos.
El lunes Bachelet, a quien visiblemente el tema incomoda, señaló que no tenía «nada que decir» sobre la enfermedad de Pinochet.
El año pasado Bachelet confesó que le violentaría encabezar una ceremonia de Estado en un funeral de Pinochet. «Desde el punto de vista de ceremonias oficiales, francamente a mí me violentaría tremendamente hacer una cosa de esa naturaleza», sostuvo.
Ella sufrió los rigores de la dictadura de Pinochet: en enero de 1975 fue detenida junto a su madre, Angela Jeria, en el centro de reclusión clandestino en Santiago, mientras que su padre, un militar de la Fuerza Aérea, murió en una cárcel de la dictadura.
Pinochet encabezó en 1973 un golpe militar contra el presidente socialista Salvador Allende, tras lo cual gobernó el país en una dictadura que duró 17 años hasta 1990 y que dejó más de 3.000 muertos y desaparecidos y más de 30.000 torturados.
«Mi padre piensa que pedir perdón es una cosa política, y él no lo va a hacer», dijo este martes Lucía Pinochet, hija mayor del ex gobernante.
Marco Antonio Pinochet, hijo menor del ex dictador chileno Augusto Pinochet, negó hoy que su familia junto al personal médico del Hospital Militar hayan exagerado la crisis de salud de su padre, internado de urgencia la madrugada del domingo tras sufrir un ataque al corazón.
«Una persona con algo de criterio puede analizar lo que le sucedió a mi padre y chequear que el Hospital Militar no se va a prestar para mentirle a Chile», dijo Marco Antonio Pinochet a Radio Cooperativa.»Cualquier persona normal en su casa se muere», agregó el hijo de Pinochet, explicando que en este caso su padre se vio beneficiado por un completo plan de emergencia establecido con anterioridad.»Mi padre desde que está enfermo tiene una ambulancia y un enfermero permanentes. Se demoró siete minutos en llegar al hospital, que mientras era trasladado se preparó para recibirlo», relató.»El llega cinco minutos más tarde y se muere, según me dijo el médico», señaló el menor de los cinco hijos del ex dictador. Las versiones sobre una eventual exageración de la crisis de salud que le sobrevino al ex dictador la madrugada del domingo -cuando ingresó al Hospital Militar afectado por un infarto-, comenzaron a surgir luego que la tarde del lunes se reportara una favorable evolución de su condición de salud. En un alegato judicial el lunes, el abogado querellante Hugo Gutiérrez planteó que se podría tratar de una estrategia de su defensa, antes de la audiencia en la Corte de Apelaciones que debía analizar su libertad provisional por un caso de derechos humanos. La tesis fue apoyada por el periodista Alejandro Guillier, considerado el más creíble de Chile. «Un señor de 91 años no resiste un infarto», dijo Guillier, presentador del noticiero central de Chilevisión. El primer parte médico entrado por el Hospital Militar señaló que Pinochet había ingresado al recinto afectado por un «infarto al miocardio grave y un edema pulmonar agudo».Tras ser estabilizado, un quinto informe la tarde del lunes constató una favorable evolución.
No pedirá perdón
La mayor de las hijas del ex dictador chileno Augusto Pinochet, Lucía, dijo hoy que su padre no pedirá perdón por las violaciones a los derechos humanos atribuidas a su régimen.
«Mi padre piensa que pedir perdón es una cosa política, y él no lo va a hacer», señaló la hija mayor del ex gobernante, entrevistada por la Televisión Nacional de Chile.
Pinochet, de 91 años, asumió hace 10 días su responsabilidad política por hechos ocurridos durante su dictadura, pero nunca se ha mostrado dispuesto a pedir perdón a los familiares de los más de 3.000 muertos y desaparecidos que dejó su régimen (1973-1990).
El ex dictador asumió su responsabilidad en una carta pública leída por su esposa, Lucía Hiriart, el pasado 25 de noviembre, cuando cumplió 91 años.
«Hoy, cerca del final de mis días, quiero manifestar que no guardo rencor a nadie y amo a mi patria por encima de todo y asumo la responsabilidad política de todo lo obrado», dijo Pinochet en la nota.
Tras sufrir un ataque al corazón y un edema pulmonar agudo Pinochet debió ser internado de urgencia el domingo en el Hospital Militar de Santiago, donde hoy continúa.
Según el último parte médico entregado en la tarde del lunes, su estado de salud seguía siendo crítico aunque había evolucionado favorablemente al tratamiento que se le aplicó.