Sebastián Piñera conmemora hoy el primer aniversario de su triunfo presidencial con una ciudad paralizada en protesta por el alza del gas y con sus dirigentes amenazados con penas de cárcel.
El nuevo ministro de Energía Laurence Golborne viajaba a Punta Arenas, 3.200 kilómetros al sur de Santiago, con la misión de desactivar la paralización que lleva seis días y ha causado millonarias pérdidas, especialmente en el sector turístico.
En Puerto Natales, a 220 kilómetros de Punta Arenas, hay unos 1.600 turistas varados, muchos estadounidenses y europeos que esperaban visitar las famosas Torres del Paine que en esta época recibían a unos 5.000 visitantes, pero que hoy tiene sus hoteles casi vacíos. Sólo el sábado se evacuaron a unas 700 personas.
«Las hosterías ya están sin gente, sin turistas y tampoco pueden ingresar. No sabemos si podremos reponernos», se quejó la alcaldesa de Torres del Paine, Anahí Cárdenas. Al famoso parque se llega viajando desde Punta Arenas a Puerto Natales y de allí se recorren otros 100 kilómetros hasta llegar a los accesos.
La amenaza de aplicar la Ley de Seguridad del Estado a los organizadores del paro, la Asamblea de la Civilidad –integrada por una veintena de organizaciones gremiales y sociales– llevó a los manifestantes a endurecer los bloqueos.
Dalivor Eterovic, uno de los voceros de la Asamblea, dijo que «aquí lo que hay es una manifestación ciudadana… no se ha quebrado ni un vidrio, por lo tanto no entendemos la lógica de la aplicación de esta Ley».
Uno de los artículos de la ley castiga con penas de cárcel a quienes «impidan el libre acceso a puentes, calles, caminos u otros bienes de uso público semejantes».
Camiones, autobuses y taxis bloquean la vía de acceso a la ciudad y el puerto de Punta Arenas. Aunque el aeropuerto no ha dejado de funcionar, centenares de turistas no pueden llegar o salir de Torres del Paine.
Los habitantes de Punta Arenas rechazan el alza de 16,8% en el precio del gas decidida por la estatal Empresa Nacional del Petróleo (ENAP) cuyas deudas bordean los 4.000 millones de dólares.
Aunque hasta ahora las protestas han sido mayormente pacíficas, el domingo dos policías quedaron con contusiones cuando despejaban un área bloqueada.
Piñera cedió a las protestas y el alza se redujo a un 3% hasta octubre, cuando un proyecto debería establecer los futuros incrementos, pero la oferta es rechazada por los gremios del transporte, vitales para mantener los bloqueos.
La diputada opositora de la zona, Carolina Goic, dijo que la desconfianza en el gobierno influye en la falta de solución de la crisis. Cuando Piñera era candidato presidencial prometió que el gas no subiría.
El gobierno aseguró que entregará subsidios a 6.000 familias pobres y ayudas para aislamiento térmico, en una zona donde el gas es necesario todo el año por sus gélidas temperaturas y el costo de la vida es un 30% mayor que en el resto del país, según el Banco Mundial.