Pieza clave en el sistema de justicia


Este mes se inicia el proceso de nominación de quien ha de ocupar la Fiscalí­a General de la Nación al concluir el perí­odo que está completando el abogado Amí­lcar Velásquez Zárate  y se trata de una decisión crucial para la aspiración de ponerle fin al reino de la impunidad, porque el Ministerio Público está copado, literalmente hablando, por el crimen organizado que se benefició de la estructura montada durante el conflicto armado interno en el que los fiscales tení­an el primordial encargo de proteger a los que cometieron abusos y excesos en la guerra.

Oscar Clemente Marroquí­n

No es casual que Guatemala se convirtiera en un paraí­so de la impunidad, porque todo es resultado de una bien montada estrategia que pretendí­a asegurar inmunidad a los agentes del Estado, pero firmada la paz y concluido el conflicto, ese aparato se puso al servicio del crimen organizado que también se nutrió de la participación decidida y el apoyo de muchos de los que participaron en la guerra y después se dedicaron al contrabando, la corrupción, el robo, los secuestros y el pago de sicarios.

Por ello es que la elección de alguien que entienda ese problema y se decida a hacer una limpia absoluta en el Ministerio Público es crucial porque teniendo los fiscales el monopolio de la acción penal es absolutamente necesaria la depuración de las distintas fiscalí­as. Eso lo saben todos los fiscales que han pasado por el puesto, pero nadie ha tenido el valor de entrarle al tema porque, por supuesto, son demasiados los intereses en juego y desde luego también son muchos los riesgos que se tiene que correr a la hora de intentar algo.

Hay que tomar en cuenta que la situación ha sido tan grave que hizo falta constituir la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala como un apoyo especí­fico para temas cruciales y puntuales que demandan investigación independiente. Pero el mandato de la CICIG no es eterno y además de eso ya vemos que el caso Rosenberg, con un desenlace insólito que es cuestionado por muchos que hubieran querido que al final de cuentas se encausara al Presidente, le puede pasar una gran factura a la CICIG. Y es que no es fácilmente digerible una trama tan compleja como la que hay alrededor de este caso que será explicado con detalle la próxima semana por Carlos Castresana, pero que tiene ribetes tan especiales y complejos que pone cuesta arriba el tema de la credibilidad, porque es una trama de auténtica novela y no faltarán los que digan que se están inventando cosas para proteger a los personajes que el mismo Rodrigo acusó en su video.

Y precisamente porque el mandato de CICIG está ya determinado para plazo fijo y porque hay tantos nubarrones en el horizonte, es imprescindible que la sociedad juegue un papel destacado y firme en el proceso de selección del nuevo Fiscal General. No bastarán aspavientos, sino que deberá hacerse una real investigación de todos los aspirantes para tratar de que en la terna queden personas realmente comprometidas con la justicia y la necesidad de transformar a ese pilar de su administración que es el Ministerio Público en Guatemala.