Los malos resultados que ha obtenido la Selección de fútbol de Argentina en sus última presentaciones y que complica su clasificación al Mundial de Sudáfrica 2010, ya está poniendo en qué pensar a muchos «gauchos» que en su momento han dejado en silencio su opinión sobre la falta de experiencia de Maradona, en gran parte debido al apoyo que cuenta el Pelusa de parte de los hinchas.

Uno de los que se ha atrevido a romper fuertemente con la crí­tica del paradigma «del diez» ha sido el escritor Santiago Vega, que prefiere que lo llamen simplemente (Washington Cucurto) «Cucu».

Bajo su archivo de columnas ESPNdeportes.com se dio a la tarea de publicar la semana pasada el alarmante escrito del «Cucu», cuando los albicelestes se enfrenten al odiado (según el «Cucu») Carlos Caetano Bledorn Verri, alias Dunga.

Para la columna de Vega, aún no se sabe cómo demonios los argentinos se las arreglarán para poder, siquiera, arrancarles un sufrido empate a los cariocas.

«Me conformo con un 1 a 1. si el equipo de Dunga sigue jugando como ahora, no se sorprendan de que nos comamos otra goleada de seis para arriba. Paradójicamente, Brasil puede ser nuestro segundo Bolivia. Ver para creer, reza para no perder», resaltó Washington Cucurto en la edición electrónica de ESPNdeportes.com del pasado 24 de junio.

«Creo que el partido de Brasil será un punto de maduración para nuestra paquidérmica selección nacional. Si gana (cosa improbable, por no decir imposible) se bifurcarán las aguas hacia nuevos horizontes; más si pierde habrá un terremoto más fuerte que el que azotó a Lima hace un par de años. ¿Deberí­a rodas la cabeza de nuestro Dios Imposible (la cabecita del ser argentino más famoso de la Tierra)?. Si hasta en Atenas dicen que Diego como técnico es pésimo», agregó el escrito.

El cuadro de Dunga le ganó el 6 de junio en Montevideo a Uruguay por 4-0 y cuatro dí­as más tarde a Paraguay en Recife por 2-1, antes de viajar a Sudáfrica.

En la fase de grupos de la Copa de las Confederaciones ganó a Egipto (4-3), Estados Unidos (3-0) e Italia (3-0), antes de ganar en semifinales a Sudáfrica (1-0) y se consagró con su tercer tí­tulo de la Copa Confederaciones al hacer pedazos el sueño americano 3-2.

«Estoy en mejores condiciones que nadie de adelantarles que el partido próximo por las E-li-mi-na-to-rias, no será un partido más. Sino un partido bisagra para la historia universal del fóbal argentino: Dejamos de existir a nivel fútbol o nos consagramos. No hay medias tintas, ni términos medios», finalizó «Cucu».