Acusados de ignorar a las minorías estadounidenses, los republicanos se arman para dar batalla por los votos hispanos en Florida, donde los demócratas ya apostaron fuerte con un debate en español destinado a un electorado capaz de torcer el rumbo de una presidencial, como ocurrió en 2000.
Los candidatos republicanos fueron acusados de ignorar a las principales minorías estadounidenses luego que se negaran a participar en septiembre de un debate convocado para los hispanos, y desecharan este mes una invitación similar de la comunidad afro-estadounidense.
Pero los principales líderes y estrategos del GOP (Grand Old Party, viejo gran partido), como se lo conoce tradicionalmente, niegan el supuesto desinterés por los asuntos hispanos y afirman en cambio que el plan para llegar a los votantes latinos está en pleno despliegue.
El 21 de octubre un debate con todos los candidatos republicanos en un resort de la ciudad de Orlando (Florida, sureste) incorporará el tema hispano como un asunto central, y el foro en español organizado por la cadena Univisión –la cadena hispana más importante de Estados Unidos– se concretaría finalmente el 9 de diciembre.
Además el partido está organizando reuniones en distintas ciudades del estado conducidas por figuras hispanas de distintos ámbitos, funcionarios, empresarios y religiosos, para llegar más efectivamente a los electores. E inició la semana pasada una furiosa campaña de registro de votantes latinos en Miami.
«No estamos ignorando a las minorías en Florida. De hecho, tenemos registrados 35.000 hispanos más que los demócratas», dijo en un comunicado el presidente del Partido Republicano en Florida, Jim Greer.
Tony de la Luz, un cubano estadounidense, ex presidente de la Asamblea Nacional Hispana del Partido Republicano en Florida, dijo a la AFP que su Partido tiene tradicionalmente el voto cubano, pero recordó que el voto de los inmigrantes no tiene dueño.
«Es cambiante, y depende de los temas que cada partido ponga sobre la mesa», dijo. Igual concedió que «aquí en Florida los votos demócratas son más de los mexicanos, y los cubanos somos del Partido Republicano», y consideró que el tema migratorio, que preocupa a muchos hispanos, no es un problema de los cubanos, que obtienen rápidamente la residencia por ley cuando ingresan a este país.
Los votantes hispanos de Estados Unidos totalizan actualmente unos 16 millones -sobre un comunidad de 45 millones, la primera minoría del país- y su apoyo puede ser determinante en las próximas elecciones.
La comunidad hispana es la de más rápido crecimiento en el electorado actual y se espera que sea hispano más de uno cada 10 votantes en 2008.
Además los latinos pueden tener fuerte incidencia en las primarias –que definen el candidato de cada partido que competirá por la presidencia– y Florida puede marcar una tendencia ya que sería el primero de los estados grandes en votar, el 29 de enero.
Los demás estados con gran número de votantes hispanos son California, Texas, Nueva York y Arizona, que votarían después.
«Los votantes hispanos son un sector en el que tenemos gran interés. Estamos enfocados en eso y continuaremos haciéndolo durante la campaña», dijo a la AFP Elliot Bundy, portavoz del aspirante republicano Rudolph Giuliani, ex alcalde de Nueva York.
Bundy dijo que Giuliani lidera las preferencias de los latinos entre todos los candidatos republicanos en Florida, y que espera consolidar ese liderazgo también frente a los demócratas.
El supuesto abandono a la comunidad hispana había generado no sólo críticas a los candidatos. Además generó versiones que indicaban que el presidente del Partido Republicano, el senador cubano estadounidense Mel Martinez, dejaría su cargo en forma anticipada, y no después de las presidenciales.
Martinez es el primer hispano que conduce uno de los dos grandes partidos estadounidenses y fue designado por el presidente George W. Bush luego de la debácle en las elecciones legislativas de 2006, que mostraron un masivo apoyo hispano a los demócratas.
«No es cierto que los candidatos republicanos no estén comprometidos con los asuntos latinos o hayan desatendido a los votantes hispanos. Es una estrategia de los demócratas», dijo a la AFP Hesse Fernández, del Comité Nacional Republicano, tras negar una supuesta partida de Mel Martinez.
«Â¿Los hispanos prefieren a los demócratas para tener una reforma migratoria? Saben que ha sido por el presidente Bush que tienen mejores trabajos y ha sido por este gobierno que el tema de inmigración comenzó a discutirse en serio», consideró Fernández.