Un grupo de científicos británicos pidió crear un nuevo organismo que regule los experimentos que mezclan ADN de animales y seres humanos con el fin de garantizar que no se violen normas médicas ni éticas.
LONDON / Agencia AP
En un informe emitido el viernes, los científicos de la Academia Nacional de Ciencias dijeron que es necesario crear un organismo gubernamental para que determine si deberían realizarse ciertos experimentos en animales con ADN humano.
Para la mayoría de esos experimentos no es necesaria una normativa más estricta, dijo Martin Bobrow, presidente del grupo que elaboró el informe.
«Empero, existe un reducido número de futuros experimentos que podrían adentrarse en áreas social y éticamente delicadas y que deberían tener una capa adicional de supervisión», indicó a los periodistas en Londres.
El grupo analizó evidencia de académicos, el gobierno británico, grupos defensores de los animales y otros.
Desde hace tiempo los científicos han intercambiado ácido desoxirribonucleico de animales y seres humanos. Además, ya se están realizando numerosos experimentos en ratones con genes humanos para tratar males del cerebro, los huesos y el corazón, y los experimentos en cabras con un gen humano tienen como fin estudiar los problemas de la formación de coágulos.
Hace varios años surgió una polémica en Gran Bretaña tras anunciar los científicos planes para generar embriones humanos con el núcleo extraído de óvulos de vacas y conejos. Las autoridades permitieron experimentos limitados y decretaron que no debería permitirse que los embriones se desarrollaran más allá de dos semanas.
En el último informe, Bobrow y sus colegas concluyeron que algunos experimentos sólo deberían ser permitidos bajo vigilancia adicional del nuevo organismo profesional, y que un reducido número de experimentos no deberían ser efectuados en lo absoluto.
Entre los experimentos que podrían causar polémicas figuran la inyección de células cerebrales humanas en animales, los que pudieran llevar a la fertilización de óvulos humanos en animales, y cualquier modificación en animales que pudiera crear atributos considerados exclusivamente humanos, como rasgos faciales, piel o habla.
Algunos no concordaron. «Creemos que algunos de ellos deberían ser realizados, pero de forma abierta para mantener la confianza del público», dijo el doctor Robin Lovell-Badge, director del Consejo de Investigaciones Médicas de Gran Bretaña.