Los mandatarios de Francia y Alemania pidieron el miércoles a los gobiernos de la eurozona que elijan al presidente de un nuevo «gobierno económico» que sea capaz de convocar cumbres regulares para responder a la crisis financiera del continente.
Para muchos en los mercados financieros, la propuesta no llenó las expectativas: un gran plan para salvar el euro y, en particular, una señal de que la eurozona avanza hacia un solo bono emitido por los 17 países.
El presidente francés Nicolás Sarkozy y la canciller alemana Angela Merkel detallaron sus propuestas en una carta dirigida a Herman Van Rompuy, presidente del Consejo Europeo. Ambos líderes dijeron que esperaban que Van Rompuy ocuparía el puesto.
Los mandatarios, quienes se reunieron en París el martes, llamaron a las cumbres bianuales como «la piedra angular del nuevo gobierno de la eurozona».
Los jefes de Estado de la eurozona, sin embargo, ya realizan cumbres, aunque no son programadas regularmente, bajo la presidencia de Van Rompuy. La primera fue en 2008.
Sarkozy y Merkel también tocaron el tema políticamente sensible de las pensiones. Dijeron que los países de la eurozona deberían implementar reformas estructurales, incluidos cambios a la «política del retiro», pero no ofrecieron detalles.
El impuesto sobre transacciones —un porcentaje pequeño tomado de intercambios internacionales y transacciones de acciones, por ejemplo— ha sido propuesto como una fuente de recursos para pagar por los rescates bancarios, pero el jefe del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, dijo que solamente funcionaría si es introducido mundialmente. Estados Unidos también se opone a la idea.