La discriminación impide el desarrollo social, económico y político de los afrodescendientes, dicen representantes de organizaciones sociales y gubernamentales.
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En la zona del Caribe -costa del Atlántico- se concentra la mayoría de la población garífuna de Guatemala, que se caracteriza por su ascendencia africana y la preservación de una buena parte de las costumbres de sus antepasados.
Pese a que las autoridades reconocen la importancia de esta etnia, en tanto que en el departamento de Izabal promueven un importante movimiento turístico, diversas organizaciones compuestas por afrodescendientes señalan que además requieren de un reconocimiento social, económico y político dentro de la sociedad guatemalteca.
«Se han creado prejuicios hacia los garífunas, la mayoría cree que sólo pueden hacer trenzas (arreglo del cabello) y bailar en Lívingston (Izabal), pero realmente ofrecemos mucho para el desarrollo del país», indicó la comisionada presidencial Contra la Discriminación y el Racismo, Dilia Palacios, en el marco de las celebraciones por el Día Nacional Garífuna.
Parlamento Garífuna
Palacios forma parte del equipo gubernamental que brinda acompañamiento a las diez organizaciones que representan al pueblo garífuna guatemalteco y que actualmente conforma el Parlamento Garífuna, entidad que tiene a su cargo promover el desarrollo de esa etnia.
«Es un esfuerzo que están realizando distintas comunidades para tener mayor presencia dentro de la vida política, económica y social del país», resalta la funcionaria.
Los esfuerzos de la comunidad para moldear el Parlamento se fundamentan «en la discriminación de la que han sido víctimas a lo largo de muchos años, en los que su papel social se ha relegado a un segundo plano en el ámbito social económico y político».
Prueba de ello es que Palacios es la única alta funcionaria de la etnia garífuna dentro del Gobierno, y señala que a pesar de su posición política, también ha sido víctima de la exclusión por su condición de mujer.
Esfuerzo propio
Sofía Blanco Arzú, lideresa de la Organización Negra de Guatemala (Onegua), refiere que la zona del Caribe podría ser una zona de extrema pobreza y de subdesarrollo económico de no ser por el turismo que los mismos grupos garífunas se encargan de promover.
Asimismo, la activista señala que la apertura de espacios de participación política y social es limitado para su etnia, debido a que no se cuenta con suficientes ambientes para entablar diálogo con las autoridades nacionales y locales.
«Una verdadera exclusión se ejemplifica en el Congreso de la República, donde no hay un solo parlamentario garífuna; sabemos que somos una minoría pero también tenemos derecho a participar», señaló.
En medio de las celebraciones que iniciaron hoy para la conmemoración del Día Nacional Garífuna, diversas organizaciones sociales lideradas por afrodescendientes, además de pedir el respaldo del gobierno para desarrollar las actividades económicas en el Caribe, también piden el reconocimiento de espacios políticos y sociales de participación como una forma de dignificar sus aportes a la cultura guatemalteca.