Un grupo de inmigrantes mexicanas pidió el miércoles a legisladores estatales que no eliminen una ley contra el robo salarial que precisamente podría protegerlas ante la falta de pagos que aseguran sufrieron en un restaurante del condado de Queens.
Las trabajadoras se plantaron con carteles de protesta frente al restaurante mexicano Plaza Garibaldi, en el barrio de Jackson Heights, para quejarse de la falta de pago de 350 dólares a la semana por trabajo en la cocina. El restaurante ha tenido problemas similares en el pasado.
«Se quedaron con tres semanas de sueldo y no me pagaron las horas extra», dijo Anallely Alvarado, de 26 años y nacida en Veracruz. «Mucha gente se queda callada por miedo. Ya nos han dicho que somos inmigrantes y que no podemos hacer nada».
La Ley de Prevención Contra el Robo Salarial («Wage Theft Prevention Act», en inglés) entró en vigor en abril del 2011 y aumenta las multas para empresas que se aprovechan de sus trabajadores con falta de pagos o sueldos por debajo de los acordados. También obliga a las empresas a informar por escrito cada año a sus empleados de los salarios que deben cobrar.
El senador republicano John DeFrancisco ha asegurado que los requisitos de la ley son demasiado costosos para las empresas del estado. El político no respondió una llamada de forma inmediata.
Agustina Vélez, de 36 años y nacida en Puebla, protestó el miércoles con un cartel que decía: «Necesitamos la ley de prevención de robo de salarios».
«No somos las únicas afectadas», dijo. «Atrás de nosotras hay muchas otras inmigrantes en la misma situación. Esa legislación es necesaria».
Cosme Tellez, dueño del espacio usado por Plaza Garibaldi, dijo que el encargado del restaurante, Antonio Gaona, era quien se encargaba de pagar a sus empleadas. Gaona manejaba el restaurante y le pagaba un alquiler a Tellez. Recientemente dejó de pagar y desconectó su número de teléfono, dijo Tellez.
«Yo no tengo nada que ver con este problema, porque él era el responsable del negocio y él pagaba a las chicas. Yo sólo soy el dueño del espacio y ahora le ando buscando porque me debe dinero de alquiler, gas y luz», dijo el dueño del local a la AP.
Ganoa no pudo ser localizado para responder a las denuncias.
La abogada de las mexicanas, Magdalena Barbosa, dijo que la Ley de Prevención Contra el Robo Salarial precisamente fue diseñada para proteger a trabajadores como Alvarado y Vélez. Barbosa trabaja para el grupo Se Hace Camino Nueva York, una organización que lucha en defensa de los derechos de los inmigrantes.
Casi un tercio de los inmigrantes hispanos que trabajan en Nueva York, Chicago y Los Ángeles experimentan violaciones de salario mínimo, según un estudio del Instituto Brennan. Las mujeres parecen estar en peor situación que los hombres: un 30% de ellas no cobra el salario mínimo frente a un 20% de hombres, aseguró el informe.
Hace poco tres mexicanas que fabricaban piñatas en un sótano de Queens sin ventilación, con un salario de tres dólares por hora, demandaron al dueño del negocio en una corte de Brooklyn. La demanda podría aportar a las mexicanas unos 300.000 dólares a repartir entre las tres por robo salarial, explicó Artemio Guerra, abogado de las mexicanas y representante de la Oficina Católica de Inmigración.
En el caso del restaurante, a las trabajadoras se le debe alrededor de 27.000 dólares en daños y sueldos atrasados, dijeron representantes de Se Hace Camino Nueva York.