El asesinato de Rosa Cojulum Castro de 62 años, ex reina indígena de Quetzaltenango, y su hija, Esmeralda Xicará Cojulum de 38 años, por dos individuos desconocidos que fingían estar ebrios, causó gran indignación en la sociedad quetzalteca y de amigos y familiares que repudiaron el doble asesinato y exigieron una investigación exhaustiva del mismo.

Rosa Cojulum fue Reina Indígena en 1966, título que actualmente se denomina Umial Tinimit Re Xelajuj Noj; era reconocida como una persona de gran sensibilidad social y se dedicaba al negocio de venta de azúcar y panela en el sector de la Democracia en la zona 3, de donde regresaba cuando fue asesinada.

Familiares, amigos y personalidades de esa ciudad repudiaron el asesinato que consideran es parte del clima de inseguridad que se vive en la ciudad y demandaron al gobierno el esclarecimiento de este hecho; en señal de repudio vecinos de las víctimas colocaron moñas negras frente a sus casas.

Ernest Cojulum, hijo y hermano de las víctimas pidió que se realice una investigación exhaustiva ya que tanto su hermana como su madre eran personas dedicadas a su negocio y eran muy queridas y respetadas.

Volantes con mensajes de repudio fueron repartidos en el Parque Central y calles céntricas de Quetzaltenango con la leyenda “Todos somos familiares de Rosa Cojulum y exigimos justicia”, mientras que en la entrada del Cementerio General integrantes de asociaciones de mujeres colocaron más de 500 listones en el brazo derecho de quienes acompañaron el féretro.