El Consejo Centroamericano de Procuradores de Derechos Humanos (CCPDH), que se reunió en Honduras, exhortó ayer a los gobernantes de la región a intensificar sus contactos con el gobierno de Estados Unidos para detener las deportaciones masivas de inmigrantes.
«Las deportaciones ponen al desnudo las incongruencias de una sociedad presuntamente desarrollada, que necesita de los inmigrantes pero, al mismo tiempo, los persigue y criminaliza», advirtieron los procuradores en una declaración dada a conocer el viernes, pese a que la reunión se llevó a cabo a principios de la semana.
El CCPDH expresó su preocupación por el aumento de las deportaciones desde Estados Unidos y México, por cuanto estas implican victimización contra los inmigrantes.
Los procuradores criticaron las debilidades de países como Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua que, a su juicio, se muestran incapaces de defender a sus connacionales y urgieron a sus gobernantes a definir políticas de Estado y a realizar «estudios multidisciplinarios sobre las causas y las consecuencias de los procesos migratorios en cada uno de los países de la región».
Según el organismo regional, los abusos que se cometen contra los inmigrantes en Estados Unidos se han agravado porque en ese país no se ve el problema como un fenómeno político social sino como un asunto de seguridad nacional.
Coincidieron en señalar que las corrientes migratorias dentro y desde Centroamérica son provocadas por la incapacidad estructural de las economías para ofrecer a los jóvenes condiciones de vida y trabajo que les permita optar por permanecer en sus países de origen.
El CCPDH lo integran la Procuraduría de los Derechos Humanos de Guatemala, el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos de Honduras, la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos de Nicaragua, la Defensoría de los Habitantes de Costa Rica, la Defensoría del Pueblo de Panamá y el Ombudsman de Belice.