Joselyn Velásquez, de la Asociación Pro Bienestar de la Familia (APROFAM), señaló que es necesario que el Estado implemente, en los currículos nacionales, la educación sexual integral, la cual debe ser diferenciada en niveles de adolescentes y jóvenes.
Velásquez indicó que de acuerdo a datos del Observatorio de Salud Sexual y Reproductiva (OSAR), de enero a junio se reportaron 1 mil 400 partos en niñas de 10 a 14 años, lo que es tipificado por la ley como violencia sexual.
Los embarazos siguen en aumento, al igual que la deserción escolar por casos de jóvenes que han sido encontradas embarazadas y los establecimientos públicos la retiran; es por ello que exigimos educación integral en sexualidad, ya que ésta nos permita desarrollar competencia en las y los jóvenes, afirmó.
La representante de APROFAM dijo que muchas políticas públicas no son implementadas por el sesgo moral de la religión; la iglesia contribuye mucho a que la educación sexual no se dé, sin embargo se lucha para que este tipo de formación se dé a todos los jóvenes, añadió.
Por su parte Ixmucané Solórzano, de la organización Tierra Viva, consideró que la primera educación sexual que deben recibir los niños y niñas es desde el hogar, enseñándoles desde pequeños las partes de su cuerpo; la educación debe ser progresiva, dependiendo la edad, señaló.
En la adolescencia se les debe explicar lo que conlleva sostener relaciones sexuales, sobre el funcionamiento de su cuerpo y especialmente a las jóvenes el peligro de quedar embarazadas en la primera relación, añadió Solórzano.
Asimismo, expresó que es importante dar a conocer los signos de violencia sexual, debido a que muchas veces se tiene la errónea idea de que una caricia, un guiño de ojo o coqueteo es normal, sin embargo detrás de esto puede existir acoso, que puede desembocar en violencia sexual.
Solórzano demandó al Estado levantar las reservas a las reservas de Cairo+20 y de la Declaración de Montevideo, ya que en éstas se plantea que los padres sean quienes decidan qué tipo de educación sexual reciban sus hijos, sin embargo es obligación del Estado ofrecer este tipo de educación.