Arabia Saudita espera de Estados Unidos garantías de firmeza hacia Israel, en el marco del proceso de paz en Medio Oriente, con motivo de la primera visita que el presidente Barack Obama hará mañana a esta rica monarquía petrolera, según analistas y expertos.
Obama llegará mañana a Riad, donde se entrevistará con el rey Abdalá, en vísperas de una visita a El Cairo, donde tiene previsto pronunciar un discurso dirigido al mundo musulmán.
Impulsor de la Iniciativa de Paz írabe, adoptada en 2002 y reactivada en 2007 durante una serie de cumbres árabes, Arabia Saudita espera que Obama, contrariamente a su predecesor, George W. Bush, esté dispuesto a presionar a Israel para alcanzar una solución al conflicto israelo-palestino que se base en la coexistencia de dos Estados, uno israelí y otro palestino.
«Los únicos que pueden hacer que los israelíes se muevan son los estadounidenses», estimó Mansur al Mansur, director del Centro de Estudios Estratégicos en Riad.
«Si Estados Unidos está decidido a hacerlo, con un presidente fuerte, puede lograrlo», afirmó a la AFP.
Los sauditas apreciaron las declaraciones que el lunes hizo Obama a la radio estadounidense NPR, sobre la necesidad de ser firme hacia Israel respecto a la creación de un Estado palestino y el congelamiento de la colonización en los territorios ocupados.
Los sauditas se declaran confiados en la posibilidad de sellar una colaboración con el gobierno de Obama después de que algunos llamaran «años perdidos» a la presidencia de Bush, debido en particular a su «guerra contra el terrorismo» y a la invasión de Irak.
«Obama y su equipo llegan con mucha credibilidad», indicó un consejero político del gobierno saudita que pidió el anonimato. «Estamos en la misma frecuencia», agregó.
Estadounidenses y sauditas trabajaban también para elaborar una estrategia de cara a Irán, el rival regional chiita de la Arabia sunita, sospechoso de querer dotarse del arma nuclear.
Como las otras monarquías árabes del Golfo, Arabia ve con cierta desconfianza los intentos de acercamiento de la administración Obama hacia Teherán.
Pero Riad y Washington coinciden en que un acuerdo de paz israelo-palestino es la clave para contener a Teherán, según un consejero político del gobierno saudita.
Los sauditas esperan que el discurso al mundo musulmán que Obama pronuciará el jueves en El Cairo reafirme el apoyo estadounidense a una solución de dos Estados en Medio Oriente, como prevé la Iniciativa de Paz Arabe.
Ese plan de paz ofrece a Israel una normalización con los países árabes a cambio de su retirada de los territorios ocupados en 1967.
Obama y el rey Abdalá deberían también hablar de asuntos de seguridad, las difíciles relaciones entre Arabia e Irak, países dominados por chiitas, la inestabilidad en Pakistán, el impacto de la subida de los precios del crudo en la economía mundial y la suerte de los 240 presos de la base militar estadounidense de Guantánamo.
Obama se comprometió a cerrar esa cárcel antes de enero de 2010 y podría pedir al soberano saudita que reciba al menos a una parte del centenar de yemenitas detenidos en Guantánamo.
Este encuentro del miércoles será el segundo entre ambos dirigentes, luego del que mantuvieron el 2 de abril al margen de la cumbre del G20 en Londres.