Piden detener a soldados de Estados Unidos


La justicia española volvió a dictar hoy tres órdenes de detención internacional contra los tres militares estadounidenses implicados en la muerte del cámara español José Couso, alcanzado por el disparo de un tanque en Bagdad en 2003.


Esta medida llega tras la decisión, a principios de julio, del Tribunal Supremo español de reabrir la investigación sobre la muerte de este cámara durante la invasión de Irak por las tropas estadounidense.

El Alto Tribunal habí­a pedido a la Audiencia Nacional (principal instancia penal española) reabrir la investigación que habí­a archivado en julio de 2009, tras estimar un recurso de la familia de Couso.

El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz reiteró la orden de captura al considerar que los hechos «pueden ser constitutivos de un delito contra la comunidad internacional (…) en concurso real con un delito de homicidio», según el auto del magistrado al que ha tenido acceso AFP.

Es la tercera vez que se emiten órdenes de detención contra el sargento Thomas Gibson, el capitán Philip Wolford y el teniente coronel Philip de Camp.

El juez español ha decidido además la constitución de una comisión judicial para hacer un «reconocimiento ocular» del lugar donde se produjeron los hechos en Bagdad.

La comisión, que encabezarí­a el propio magistrado, busca examinar lugares como «el puente Jamurohaora (desde donde disparó el tanque estadounidense, ndlr), el hotel Palestina y las sedes las televisiones Al Jazeeera y Abu Dhabi (así­ como otros lugares que se consideren precisos)».

El magistrado ha ofrecido la posibilidad de formar parte de la comisión a los periodistas españoles Olga Rodrí­guez, Jesús Manuel Hernández Quiñonero y Jon Sistiaga, éste último compañero del cámara muerto, como testigos de los hechos.

Todos ellos ya han mostrado su disposición a acompañar al juez español, que también ha reiterado a las autoridades estadounidenses su petición de acceso a la documentación que tenga sobre los hechos así­ como «que presten declaración como imputados» los tres militares.

Pedraz hizo estas peticiones tras considerar que «los hechos acaecieron vigente el mandato de una anterior Administración EEUU (de George W. Bush, ndlr), siendo la actual distinta, por lo que en su caso ahora podrí­a existir la posibilidad de una efectiva cooperación (antes denegada)».

José Couso, cámara de la cadena de televisión privada Telecinco, murió el 8 de abril de 2003 alcanzado por el tiro de un carro de combate estadounidense cuando se encontraba en el hotel Palestina de Bagdad.

En 2006, la Audiencia Nacional habí­a archivado la investigación considerando que la muerte de José Couso se habí­a producido en el marco de un «acto de guerra» que no apuntaba de manera premeditada a los periodistas.

El Tribunal Supremo habí­a después rechazado este argumento y ordenado, a petición de la familia de Couso, la reapertura de la investigación.

En 2009, la Audiencia Nacional volvió a archivar la investigación y anuló la imputación por «homicidio y delito contra la comunidad internacional» contra los tres militares estadounidenses, que ha vuelto a ser esgrimida este jueves para pedir su detención.

La Audiencia estimó entonces que los cargos contra estos militares que formaban la tripulación del tanque que disparó el obús que mató a Couso, se basaban en «indicios insuficientes».

Además del cámara español, otro cámara ucraniano de la agencia Reuters, Taras Protsyuk, murió en el ataque.