Aunque parezca extinguido el fuego y el repudio que generó la muerte del abogado Rodrigo Rosenberg Marzano y con ello su denuncia post mórtem, donde señala de su muerte supuestamente al Presidente de la República de Guatemala, a su secretario privado, Gustavo Alejos, a la primera dama y al empresario Gregorio Valdez, las opiniones siguen surgiendo.
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Stephen McFarland, embajador de los Estados Unidos, en su visita al Organismo Legislativo dijo que «una mala parte pasó, pero es prematuro hablar de eso», al contestar la pregunta sobre la percepción que su país tiene por la crisis y el escándalo político que generó dicho caso.
Esa respuesta del diplomático la complementó al decir que no se sabe con exactitud si la crisis política en Guatemala ya terminó.
Agregó que lo importante es que el caso Rosenberg Marzano esté aislado de presiones políticas y que eso se logre teniendo el caso en sus manos la Comisión Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) y el Ministerio Público (MP).
McFarland analizó que lo importante que ha ocurrido a partir de esta tragedia, es: «que se hayan iniciado algunos intentos de mejorar la reforma del sistema judicial. Que realmente es un sistema judicial que está en crisis», resaltó.
Es importante el diálogo entre las instituciones democráticas que tiene Guatemala, comentó el representante del Gobierno estadounidense, quien además dijo que el Buró Federal de Investigaciones (FBI) está en contacto con CICIG, «y la va a apoyar en la medida que sea necesaria», resaltó McFarland.