Corea del Sur exhortó de nuevo hoy a su vecino del norte a cerrar rápidamente su principal instalación nuclear, una medida que, según Seúl, permitirá a Pyongyang recibir una ayuda vital.
«El rápido cumplimiento de los acuerdos del 13 de febrero permitirá (a Corea del Norte) beneficiarse de un apoyo internacional a la cooperación económica intercoreana», declaró el jefe de la delegación surcoreana, Chin Dong-Soo, al segundo día de una sesión de negociaciones entre ambas Coreas en Pyongyang.
Los responsables del Sur no indicaron si tenían intención de condicionar la reanudación de su ayuda alimentaria, que se elevaría a 400.000 toneladas de arroz este año, al cierre del complejo nuclear de Yongbyon (norte).
Corea del Norte no cerró, como estaba previsto, su central nuclear el sábado, día en que concluyó el periodo de dos meses acordado como plazo.
El complejo nuclear de Yongbyon (norte) es la espina dorsal del arsenal atómico de la dictadura comunista.
Dicho cierre será el primer paso en el desmantelamiento del total de las instalaciones nucleares norcoreanas, según un acuerdo firmado el 13 de febrero en Pekín tras las negociaciones realizadas entre las dos Coreas, Estados Unidos, China, Japón y Rusia.
Pero el régimen comunista pide como condición previa el desbloqueo de 25 millones de dólares de fondos congelados en un banco en Macao, tras acusaciones de Estados Unidos de blanqueo de dinero.
Aunque el dinero ha sido desbloqueado, la transferencia efectiva se ha retrasado por detalles técnicos.
Corea del Sur decidió reanudar su ayuda alimentaria, interrumpida en julio de 2006 tras el lanzamiento de prueba de siete misiles norcoreanos, en los acuerdos de febrero.
La dictadura comunista depende en parte de la ayuda alimentaria, de China principalmente y de Corea del Sur después, para alimentar a sus 23 millones de habitantes.