El primer procurador de Ginebra, Yves Bertossa, pidió cadena perpetua contra Erwin Sperisen, exjefe de la Policía Nacional Civil (PNC) de Guatemala, en el juicio que se sigue en su contra en Suiza, por su presunta implicación en la planificación y ejecución de un plan para eliminar reos entre 2005 y 2006.
Ginebra / Agencia CERIGUA
“Sperisen es juzgado en Suiza por su nacionalidad y porque Guatemala no pidió su extradición”, recordó el Procurador en la audiencia de hoy y agregó que “la ley en Guatemala es más dura que en Suiza y que incluso prevé la pena de muerte”, por lo que solicitó una condena de cadena perpetua.
“Es coautor quien colabora de forma determinante (…) lo que importa es el resultado y eso implica la elaboración de un plan. Los jefes deciden y los ejecutantes ejecutan”, dijo al justificar su tesis sobre la participación directa del exjefe policial.
Por su parte, la defensa de Sperisen recriminó, respecto de los hechos que ocurrieron en Pavón, que “las víctimas eran criminales… que en el juicio los testigos son delincuentes, que la CICIG miente y que hay un complot” entre todos los actores que se han articulado en favor de una sentencia condenatoria; “¿quién autorizó hacer los jacuzzi, los billares, quién fue corrompido”, formuló en voz alta, en alusión a las condiciones en que vivían los reos en Pavón; “quién permitió que se organizara esa sociedad alternativa al Estado?”, inquirió.
En una sala de audiencias llena, algo poco visto durante las dos semanas de proceso a excepción de los dos días de interrogatorio a Erwin Sperisen, el fiscal Bertossa argumentó durante varias horas la existencia de una estructura criminal paralela durante la administración del presidente Oscar Berger (2004-2008).
Bertossa reconoció el servicio prestado por los testigos durante este juicio, quienes ofrecieron evidencias respecto de la actuación criminal de Sperisen, entre ellos los policías que en audiencia dijeron que temían por sus vidas y las de sus familias, los exinvestigadores españoles que formaron parte del equipo de la CICIG, al actual jefe de investigación de dicho organismo, Christian Ulate, y la patóloga forense, María Morcillo Méndez; “la garantía que no hablaran era matar”, dijo Bertossa al referirse a la implicación directa de Sperisen y Figueroa.
Bertossa reafirmó su planteamiento respecto que “las escenas de los crímenes fueron maquilladas (…) y que los reos fueron ejecutados (…) no hubo confrontación, las balas vinieron de frente y las víctimas se defendieron levantando las manos”, agregó.
Al finalizar sus alegatos, Bertossa pidió al Tribunal Criminal de Ginebra, integrado por siete jueces, que decidiera con “la mayor convicción y sentido común”.
La próxima semana continuará la fase de alegatos de la parte querellante y la defensa, quienes tendrán el fin de semana para preparar contra argumentos a los planteados hoy por la Fiscalía de Ginebra. El veredicto final, si no se presentan incidentes, será el próximo viernes 6 de junio.
*Editado por La Hora