Piden absolución por atentados de Madrid


Proceso. Dos de los sospechosos por los ataques de Madrid, durante la última sesión del juicio.

Las defensas pidieron el lunes la absolución para dos de los principales acusados por los atentados islamistas del 11 de marzo de 2004 en Madrid, reivindicados en nombre de Al Qaida, en el último dí­a de juicio que concluirá por la tarde con las últimas alegaciones de los 28 procesados.


Los abogados del egipcio Mohamed Rabei Ousmane Sayed Ahmed, alias «Mohammed el Egipcio», uno de los tres presuntos «cerebros» de los ataques que causaron 191 muertos y 1.841 heridos, y del marroquí­ Jamal Zougam, supuesto autor material de los ataques, destacaron supuestas irregularidades y contradicciones para solicitar una «sentencia absolutoria» para sus clientes, al término de este juicio iniciado el 15 de febrero pasado.

En el inicio de la sesión del lunes, el abogado Endika Zulueta, defensor de «El Egipcio», solicitó una «sentencia absolutoria» para su cliente, que podrí­a ser condenado a 38.952 años de cárcel, porque «su huella no está en ningún escenario y su escritura no está en ningun documento».

Zulueta puso en duda la fiabilidad de las traducciones de las escuchas telefónicas de los servicios secretos italianos que permitieron la detención de «El Egipcio», después que los traductores jurados de árabe aseguraran que el procesado no dijo «el hilo de la operación de Madrid fue mí­o», frase sobre la que reposa gran parte de la acusación contra él.

De la misma manera, el abogado de Jamal Zougam, José Luis Abascal, afirmó que su patrocinado es «totalmente inocente» y afirmó que «es un chivo expiatorio, el cabeza de turco que nos ofrecieron a todos» como uno de los supuestos implicados que colocó las bombas.

Abascal, que consideró que su defendido es «la foto oficial» del culpable, puso de relieve las «contradicciones» de varios testigos, que afirmaron haber visto a Zougam en los trenes que explotaron a primera hora de la mañana del 11 de marzo de 2004 cuando se dirigí­an hacia la estación madrileña de Atocha.

El largo alegato de Abascal llevó al juez Javier Gómez Bermúdez, presidente del tribunal, a pedirle que continúe por la tarde a partir de las 17h30 locales (15h30 GMT).

Gómez Bermúdez dejará el macro-proceso visto para sentencia luego de permitir a los 28 acusados, en su mayorí­a árabes, su «derecho a la última palabra», para que aleguen lo que deseen en su defensa.

En octubre se conocerá la sentencia por la peor masacre terrorista de la historia de España, por la que la fiscalí­a solicita un récord de 311.865 años de prisión tras elevar su petición anterior de 270.600 años para los acusados.

No obstante, la reclusión fí­sica máxima efectiva que la ley permite en España por delitos de terrorismo es de 40 años.

El juicio, por el que en cuatro meses y medio han pasado 309 testigos y 71 expertos, se inició con 29 acusados, pero en junio el tribunal inocentó al marroquí­ Brahim Moussaten, por falta de elementos tangibles en su contra.

La fiscalí­a también rebajó la pena para el sirio Basel Ghayloun, de 38.654 a 12 años de cárcel, después de que haya dejado ser considerado uno de los supuestos autores materiales de los ataques.

El 11 de marzo de 2004 diez bombas hicieron explosión en cuatro trenes suburbanos hacia las 07H40 locales que se dirigí­an llenos de gente, en plena hora punta, hacia la estación madrileña de Atocha.

Los atentados fueron rápidamente reivindicados en nombre de la red de Al Qaida, que ha sido la tesis principal de la acusación, y del fiscal jefe de la Audiencia Nacional, principal instancia penal española, Javier Zaragoza.

El juicio fue desarmando la denominada tesis conspirativa defendida por algunos sectores y medios de comunicación conservadores, según la cual la organización separatista armada vasca ETA estuvo detrás de los ataques.