Piden a Berlusconi que dé el ejemplo


Silvio Berlusconi, primer ministro italiano, se ha visto involucrado en un escándalo por prostitución con una menor de edad. FOTO LA HORA: AP Luca Bruno

El primer ministro Silvio Berlusconi fue criticado hoy por la Iglesia católica por sus amorí­os con una joven, y el Papa dijo que las autoridades deben ofrecer un buen ejemplo moral, mientras los obispos italianos piensan analizar el escándalo.


El papa Benedicto XVI no mencionó el escándalo ni a Berlusconi por su nombre. Empero, durante una audiencia con el jefe de la policí­a de Roma y varios agentes, insistió que los funcionarios públicos deben «volver a descubrir sus raí­ces morales y espirituales».

«La singular vocación que requiere hoy la ciudad de Roma de ustedes, los funcionarios públicos, es dar un buen ejemplo de la positiva y útil relación entre un sano estatus laico y la fe cristiana», dijo Benedicto.

La fiscalí­a ha sometido a una investigación judicial a Berlusconi y tres de sus colaboradores, alegando que pagó por tener sexo con una joven prostituta de 17 años apodada Ruby y que usó su cargo para encubrir ese amorí­o. Según los fiscales, Berlusconi mantuvo relaciones sexuales con varias prostitutas en las fiestas que organizaba en su finca de Milán.

Berlusconi negó las acusaciones y a su vez acusó a los fiscales de tener motivaciones polí­ticas en su conducta; la muchacha ha negado que tuviera sexo con Berlusconi, aunque reconoce que el primer ministro le dio 7.000 euros (9.400 dólares) para ayudarla financieramente.

Las crí­ticas de la Iglesia han sido un golpe para Berlusconi, quien %u2014 pese a su vida de potentado y su reconocida afición por las mujeres bellas %u2014 ha intentado que su coalición conservadora respalde la doctrina de la Iglesia en el respeto a la familia, la vida y otros temas sociales.

El viernes, el cardenal Angelo Bagnasco, director de la Conferencia Episcopal italiana, dijo que el escándalo será analizado el lunes en una reunión de ordinarios, según despachos de prensa italianos.

El diario de la Conferencia Episcopal italiana ha tildado el escándalo de «pernicioso e irritante», y agregó que ha dañado la reputación internacional de Italia.

Los comentarios de Benedicto se hicieron eco de los formulados la ví­spera por el cardenal Tarcisio Bertone.

El influyente purpurado dijo que el Vaticano está preocupado y sigue «atentamente» los acontecimientos». Agregó que debe haber una «moralidad más robusta, cierto sentido de la justicia y la legalidad» en todas las personas, especialmente las que desempeñan un cargo público.

Los comentarios de Bertone fueron los primeros del Vaticano en relación con el escándalo, aunque el diario de la Santa Sede, L»Osservatore Romano, reprodujo con anterioridad una declaración del presidente italiano que pedí­a un examen limpio en los tribunales de las denuncias lo antes posible.

«La singular vocación que requiere hoy la ciudad de Roma de ustedes, los funcionarios públicos, es dar un buen ejemplo de la positiva y útil relación entre un sano estatus laico y la fe cristiana.»

Benedicto XVI

Sumo Pontí­fice de la Iglesia católica