Los católicos de San Miguel Chicaj mostraron su preocupación por el deterioro que muestra el techo de la iglesia parroquial y temen que debido a la antigüedad de la estructura y la humedad, pueda colapsar.

El párroco, Gregorio García Chanchavac, informó que desde febrero pasado se envió una solicitud a Ivón Putzeys, directora del Instituto de Antropología e Historia, para una evaluación, con el fin de determinar el estado del techo y que se autorice su renovación; la última vez que se hizo un cambio fue hace casi 40 años.

Sin embargo, hasta la fecha no se ha recibido ninguna respuesta, por lo que preocupa la situación, pues en lo que va del invierno la iglesia ya presenta cuatro grandes agujeros y otros pequeños, lo que provoca que el interior se mantenga húmedo y acelere el deterioro de la madera, además de afectar los servicios religiosos.

La feligresía está en la buena voluntad de colaborar y trabajar para cambiar toda la estructura del techo; para ello tiene seis mil tejas donadas por la municipalidad, pero los trabajos no se pueden realizar si no se cuenta con la autorización debida, ya que la iglesia forma parte del patrimonio cultural de la nación.

La parroquia también requiere que se restaure un salón rústico que se encuentra a un costado y que es utilizado para efectuar retiros espirituales y reuniones parroquiales, entre otras actividades.