El presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, afirmó que las tropas extranjeras deben marcharse de Irak, antes de concluir el lunes una histórica visita de dos días a este país, con el que firmó acuerdos de asociación.
«Sin la presencia de fuerzas extranjeras, la región vivirá en paz y fraternidad. Nosotros pensamos que las fuerzas llegadas del extranjero y que viajaron miles de kilómetros deben abandonar la región y devolver su soberanía a los pueblos de la región», declaró Ahmadinejad en referencia a la coalición liderada por Estados Unidos, que ocupa Irak desde 2003.
«No queremos que se queden en la región (…) y los pueblos de la región los rechazan porque sólo han aportado destrucción», insistió el jefe de estado iraní en una conferencia de prensa.
Las fuerzas extranjeras «deben saber que los iraquíes y los otros pueblos de los países vecinos no los aman y no quieren que se queden». «Los pueblos de la región quieren que las tropas extranjeras los dejen en paz y que regresen al lugar de donde vinieron», añadió.
«El dinero que se gastó en operaciones militares en Irak debería ser utilizado para desarrollar al país», dijo Ahmadinejad.
El mandatario iraní defendió esas posiciones en momentos en que hay 160 mil soldados estadounidenses desplegados en Irak, casi cinco años después de la invasión que provocó la caída del régimen de Saddam Hussein.
Ahmadinejad fue alrededor de la medianoche del domingo al barrio de Kazimiyá, en el norte de Bagdad, para orar en el mausoleo del imán Kazem, el séptimo de los doce imanes que fueron los guías espirituales y políticos de la comunidad chiíta del siglo VII al siglo IX.
Irán e Irak firmaron el lunes siete acuerdos bilaterales, anunció por otra parte Ahmadinejad, que llegó el domingo a Bagdad.
«Tratamos veinte programas durante esta visita y los encuentros se llevaron a cabo en una buena atmósfera. Hemos firmado siete protocolos de acuerdo», indicó.
Los siete acuerdos tratan sobre «desarrollo de relaciones y cooperación en los sectores de seguros, aduanas, industria, educación y transportes», agregó.
Durante su visita, el presidente iraní, temido por Occidente, que lo acusa de querer dotar a su país de la bomba atómica, criticó violentamente a Estados Unidos.
«Hace seis años no había terroristas en nuestra región. En cuanto llegaron los extranjeros, aparecieron los terroristas», afirmó el domingo durante una conferencia de prensa en Bagdad.
Poco antes, Ahmadinejad había criticado al presidente norteamericano George W. Bush, quien acusa regularmente a Irán de suministrar armas a los grupos chiítas iraquíes para atacar al ejército estadounidense en Irak.
La violencia continuó en Irak durante la visita del mandatario iraní. Al menos 19 personas murieron el lunes en dos atentados con coche bomba en Bagdad que además dejaron decenas de heridos, y un alto funcionario policial fue asesinado en el sur de Irak con tres de sus guardaespaldas.
Poco antes, el ejército estadounidense anunció haber descubierto 14 cadáveres en una fosa común cerca de Samarra, al norte de Bagdad, y acusó a la red fundamentalista islámica Al Qaida en Irak de ser responsable de esos asesinatos.