Con una imploración terminó la vida de Henry Dionicio Torres Alvarado, de 29 años, de nacionalidad nicaragí¼ense, quien fue obligado por sus victimarios a arrodillarse para ofrecer disculpas, previo a recibir varios balazos, esto en la 21 avenida y 14 calle, colonia La Selvita.
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Según elementos de la PNC, Torres tenía seis meses de estar en libertad, ya que éste había sido aprehendido por portación ilegal de drogas y armas.
Los Bomberos Voluntarios manifestaron que el fallecido presentaba múltiples heridas en la espalda que le ocasionaron la muerte instantáneamente.
Al lugar del incidente se presentó su esposa Beatriz Pérez Yat, de 25 años, indicando que éste laboraba en un taller de mecánica.
Fiscales del Ministerio Público (MP) argumentaron que dentro de la escena del crimen se contabilizaron alrededor de cinco cascabillos de un arma 9mm.
Testigos y vecinos del lugar opinaron que el crimen pudiera haberse producido por un ajuste de cuentas, debido a que al extinto se le conocía como un distribuidor de drogas, y que por esta razón había estado en la cárcel con anterioridad.