Peyton Manning tuvo una respuesta para todo el mundo. Eso no es ninguna novedad. Para Tom Brady.
Para la defensa de Nueva Inglaterra. Para todos los que creyeron que no podría ganar un partido trascendental.
Manning, con otra demostración de su jerarquía como quarterback, guió a los Broncos de Denver al Super Bowl tras vencer ayer 26-16 a Brady y los Patriots.
Manning lanzó un par de pases de touchdown y acumuló 400 yardas por aire para que Denver dispute al partido por el campeonato de la NFL por primera vez en 15 años.
Los Broncos (15-3) se las verán con Seattle el 2 de febrero en el estadio MetLife en East Rutherford, Nueva Jersey.
«En mi 16ta temporada, poder ir a mi tercer Super Bowl, soy consciente de cuán difícil es conseguirlo», dijo Manning.
Especialmente ahora.
Menos de tres años después que no podía lanzar pases tras unas intervenciones quirúrgicas en el cuello, Manning buscará su segundo anillo de campeón con un equipo distinto.
«Lo suyo es extraordinario», afirmó el entrenador de los Broncos John Fox, quien dirigirá su segundo Super Bowl como entrenador en jefe. «No tiene precedentes lo que logrado».
Luego de inclinar la rodilla para poner al partido, Manning tomó el ovoide y corrió hasta la yarda 30 para estrecharle la mano a Brady.
El mariscal de campo de Indianápolis quedó con foja de 5-10 en el duelo directo contra Brady. Pero ahora aventaja 2-1 en partidos por el título de la Conferencia Americana.
Los Patriots (13-5) apenas pudieron conseguir 64 yardas en acarreos y las 277 yardas de Brady se produjeron una vez que Nueva Inglaterra se encontró con un desventaja de 20 puntos.
Este choque, el 15to capítulo entre los dos quarterbacks más emblemáticos de su generación, no estuvo a la altura de las grandes expectativas que calentaron su preámbulo.
Pero Manning, quien completó 32 de sus 32 pases, no cometió errores y se las arregló para generar ofensiva, preparando el terreno para que Matt Prater pateara cuatro goles de campo.
Manning mantuvo a los Broncos metidos en su dinámica de armar las jugadas sobre la marcha, la misma que le permitió esta temporada batir récords de pases de touchdown y yardas. No por nada los Broncos fueron el equipo más anotador en la historia de la liga.
Esto se apreció en todo su esplendor cuando Manning orquestó dos ofensivas que consumieron más de siete minutos de tiempo, y ambas desembocaron en touchdowns mediante pases cortos. El segundo, durante el tercer cuarto, le dio a Denver una ventaja 20-3 que estableció la diferencia definitiva.
En el segundo touchdown, Manning nada más tuvo que soltar el ovoide por tres yardas a Demaryius Thomas, quien burló la marca de Alfonzo Dennard.
La brecha de 17 puntos resultó ser demasiada para la tropa de Brady.
«Caímos dentro de un pozo», dijo Brady. «Fue demasiado para poder remontar».
Un equipo que había promediado más de 200 yardas por tierra en las últimas tres semanas no sacó los dientes en el estadio de los Broncos.
Brady no bajó los brazos y lanzó un par de pases de touchdowns en el último cuarto, pero los mismos rebanaron demasiado tiempo al reloj con ofensivas de 80 yardas. El segundo les acercó 26-16 con 3:07 por jugar, pero los Broncos frenaron a Shane Vereen en la conversión de dos puntos, dando rienda suelta a la celebración.
«Peyton Manning es Peyton Manning», apostilló el defensive end de los Patriots Andre Carter. «Es un jugador sagaz y capaz de hacer los ajustes cuando se necesita.
Por segundo año seguido, Nueva Inglaterra se quedó a una victoria de ir al Super Bowl.
Toda la semana se comentó que el equipo dirigido por Bill Belichick había llegado demasiado lejos, que había superado con creces las expectativas, tras perder a estrellas como Aaron Hernández (arrestado por la investigación de un presunto homicidio), Wes Welker (firmó con Denver) y Rob Gronkowski (lesionado).
Belichick sigue estancado con tres títulos, el último en 2015.
Denver viaja a Nueva York para su primer Super Bowl desde que el gran John Elway se retiró de la NFL con la conquista de un segundo campeonato seguido.
Manning insistió en todo momento que la pulseada con Brady era algo que merecía estar en un segundo plano frente al Broncos versus Patriots. Que sean otros los que tercien en el debate de quién es el mejor entre los.
Ahora dispone a una oportunidad para sacarle más brillo a un ilustre legado, uno que podría incluir un quinto premio al Jugador Más Valioso de la liga que será conferido durante la semana del Super Bowl.
Y una victoria en el MetLife le dejaría en la misma compañía que su hermano, Eli, Elway, Roger Staubach y otros como ganadores del Super Bowl en al menos dos oportunidades.