El precio del petróleo cayó ayer en Nueva York, con el barril de referencia en baja de 2,62 dólares, a 66,93, en un mercado afectado por las previsiones de crecimiento formuladas por el Banco Mundial, y atento a lo que ocurre en Irán y en Nigeria.
En el New York Mercantile Exchange (Nymex) el barril de WTI (el West Texas Intermediate el «light sweet crude» negociado en Estados Unidos) para entrega en julio terminó a 66,93 dólares, una baja de 2,62 respecto al cierre del viernes.
En Londres, el barril de Brent del mar del Norte perdió por su parte 2,21 dólares a 66,98.
El contrato para entrega en agosto en Nueva York, que tomará la posta el martes, cerró a 67,50 dólares.
El mercado se concentró en las nuevas previsiones del Banco Mundial, indicó Andy Lipow, de Lipow Oil Associates.
«El Banco Mundial prevé una recesión más severa en que sus previsiones anteriores, con una contracción de 2,9% de la economía mundial», subrayó el analista.
La institución indicó además que prevé un crecimiento de 1,2% en los países desarrollados este año, y sin contar a China e India un retroceso en el Producto Interno Bruto de 1,6%.
En Estados Unidos, la expiración del contrato para entrega en julio sumó un elemento de volatilidad al mercado.
Los inversionistas también observan la evolución de las reservas de combustible, que deben bajar ante el inicio de las vacaciones de verano.
Además, el dólar subía, lo que mina el poder adquisitivo de los inversores provistos de otras divisas.
Estas inquietudes eclipsaron las tensiones geopolíticas en el seno de dos proveedores importantes de oro negro: Nigeria e Irán.