Tras los recientes descubrimientos de reservas «offshore», la brasileña Petrobras tiene por delante un intenso período de explotación de grandes yacimientos a la vez que se lanza al sector de los biocombustibles, ajeno a la crisis provocada por el precio del crudo.
«Es una gran tarea desarrollar todo lo que tenemos», reconoció ayer Sergio Gabrielli, presidente de la compañía, en conferencia de prensa durante el XIX Congreso Mundial del Petróleo, que se celebra en Madrid.
Petrobras ha descubierto en los últimos meses varios yacimientos de petróleo y gas, en el subsuelo marino de la cuenca de Santos (sur). El único con un volumen estimado es el de Tupí, con entre 5 mil y 8 mil millones de barriles equivalentes de petróleo.
En los otros pozos «sabemos que hay mucha cantidad de petróleo, pero no podemos decir cuánto», explicó.
«Obtuvimos muy buenos resultados en la presencia de hidrocarburos en todos. Hemos localizado reservas muy amplias», añadió.
La empresa espera finalizar las perforaciones para calcular el volumen total estimado, que podría aumentar en un 50% las reservas de crudo del país. Con estos descubrimientos, Brasil, que se encuentra en 14º posición mundial en cuanto a reservas, con 14 mil millones de barriles, «va a subir» varios puestos en este ranking.
Para ello, el Congreso de Brasil, cuyo gobierno controla del 66% de la empresa y es el propietario de las reservas, debe decidir los ingresos que recibirá de esta explotación reformando la ley del Petróleo, para lo cual «tiene 10 años», según Gabrielli, es decir, el tiempo que se tardaría en empezar a sacar crudo.
La empresa también debe concretar las condiciones que se ofrecerán a los inversores en los contratos que se licitarán.
Con este panorama, a Petrobras, primera petrolera latinoamericana, le espera una ingente tarea alejada de la crisis provocada por los altos precios del crudo, que superan los 140 dólares, a la vez que se lanza en la producción de biocombustible en uno de los países líderes del sector en producción y ventas, donde el 44% de la energía producida es renovable.
«Nadie es inmune a las grandes crisis, pero estamos vacunados contra las crisis leves», asegura Gabrielli, que recuerda que su compañía, que produce más de 3 millones de barriles al día, «tiene una situación peculiar»: «consumimos casi todo en nuestro país», es decir, un 85% de la producción.
«Las otras grandes compañías son grandes exportadoras o tienen un mercado diferenciado de refino», comentó.
Por eso, «la dinámica de la economía brasileña es muy importante para nosotros, ya que la mayoría de los beneficios vienen del crecimiento» de ésta, que en los últimos años ha superado el 5%.
«En los últimos cinco años hemos seguido una política de precios» de «no transferir la subida de precios mundial al mercado brasileño», explicó.
Las consecuencias del incremento del crudo, que ha causado «una incertidumbre muy grande en el comportamiento de la demanda» mundial, «no se están viviendo en Brasil».
«Nosotros tenemos características radicalmente distintas de las de otros mercados», ya que entre otras cosas más del 50% del combustible para coches es etanol, explicó.
Todo ello le hace ser optimista y encarar otros grandes proyectos, uno de ellos iniciado en marzo, la creación de Petrobras Biocombustibles. «Estamos en la fase de la formalización de la compañía y anunciar pronto su creación», indicó.
«La idea de Petrobras Biocombustibles viene de hace ocho años, en tanto que empresa de Estado que busca hacer negocios de forma sostenible» en un país con «gran potencial» en este sector, explicó Ricardo Castello Branco, director de la nueva empresa.
Sus objetivos son invertir de aquí a 2012 en biocombustibles 1.500 millones de dólares y para esa fecha producir 938 mil m3/año de biodiésel (y ser el mayor productor brasileño), 1.600 mil m3/año de «H-bio», a base de aceite vegetal, 4,76 millones m3/año de etanol para exportar y 365 megavatios de electricidad.
Sergio Gabrielli
presidente de Petrobras