El tiempo se ha llegado y la prensa escrita y demás medios divulgativos deben retomar su papel de mayor importancia, insistir en nuevas figuras que lleven el mensaje de Paz tan buscado; de manera alguna deben permitir la toma del poder por la corrupción, el narcotráfico o contrabando.
Las elecciones en ciernes son la vara que permitirá ver cambios que beneficien a las grandes mayorías, si no continuaremos en ese mar de lágrimas, que pareciera nunca va a acabar. La lectura bíblica del domingo marca los pasos a seguir y es cuando debemos demostrar el valor de nuestra participación; esconderse bajo las enaguas del miedo o permitir el aprovechamiento financiado de los mismos, no augura un nuevo derrotero. Figuras que hasta la Procuraduría de los Derechos Humanos del Arzobispado utilizaron, ahora olvidan que en su debido momento usaron ese escalón solo para beneficio personal, recuerdo una reunión en el local de la Bodeguita del Centro, en el cual Alfredo Balsells Tojo lo recalcara, en alusión directa a Edgar Gutiérrez, quien había sido nombrado Ministro de Relaciones Exteriores, para tomar el mando y dirección de la nave, que el Estado constituía.
Cada ciudadano debe seguir los dictados de su conciencia, eso es el libre albedrío, pero jamás esa errática confusión de designados al dedo o a conveniencia, para dirigir en determinada y obsoleta dirección, y el no hacer la debida denuncia en el tiempo apropiado, sencillamente es omisión, que también es una falla terrible o una práctica desmedida de continuismo, nada saludable.