Perú, el tigre posible


Eduardo-Blandon-Nueva

Aunque Perú, según los entusiastas, es el nuevo “tigre” de América Latina, las estadísticas muestran que el país tiene mucho camino por recorrer y que los índices de pobreza deben todavía mejorar.  Van por buen camino, y debería darnos sana envidia, pero esa nación, como tantas otras, no encuentran aún la fórmula para pasar del crecimiento económico al desarrollo humano.

La metamorfosis está a la vista.

Eduardo Blandón


 Perú ha tenido un crecimiento sostenido por doce largos años, una inflación ligera, pero controlada y reservas internacionales que al pasar del tiempo crecen más.  Le Monde, recogió el otro día la satisfacción de Humala: “nuestra economía forma parte de las más dinámicas del mundo.  Nuestro PIB se ha triplicado en diez años”.

Y es que los peruanos tienen lo suyo.  El país andino es uno de los más grandes mineros del planeta: primer productor mundial de plata, el segundo de zinc y cobre, el tercero de estaño y el sexto de oro.  Todo un sueño.  Aunque, por supuesto, ya se sabe que la minería tiene su lado despreciable y los campesinos se han opuesto a la explotación inmisericorde que contamina y destruye la naturaleza.

Por otro lado, Perú es un gran exportador agrícola.  Primer productor mundial de café biológico y segundo de cacao biológico.  Es una potencia planetaria en cultivo de espárragos, alcachofas, aguacates, uvas y mango.  La prensa indica que el crecimiento ha permitido el retroceso de la pobreza: del 30,8% en 2010 al 27,8% en 2011.  Toda una hazaña si uno lo considera con ojos de optimismo.

Sin embargo, en el país de 30 millones de habitantes, todavía ocho millones viven con dos dólares al día.  Lo que lleva a algunos a no creerse eso del “tigre” americano.  Perú es un país con muchas desigualdades y el festín del crecimiento no lo aprovechan todos.  Los conflictos son frecuentes y la violencia, el pan de cada día.

Quizá por eso, la guerrilla parece resucitar.  Recientemente Ollanta Humala ha mostrado sus temores al afirmar que es necesario combatir a “los terroristas” que todavía pululan por las montañas.  “Es importante señalar, dijo Humala, que la lucha contra el terrorismo no pertenece todavía al pasado”.

Efectivamente, en las últimas semanas, hombres armados han emboscado y secuestrado en el Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (por sus siglas VRAEM), respondiendo a las órdenes de los hermanos Quispe Palomino, antiguos miembros de Sendero Luminoso que reniegan compartir militancia con Abimael Guzmán.  “Más allá del debate sobre su nombre, lo más importante es que representan un movimiento terrorista ligado al narcotráfico”, subraya Humala.

No cabe duda que es interesante el momento que atraviesa Perú y los ojos del mundo no apartan la vista en busca de milagros.  Ojalá tengan suerte y nos den una muy buena lección.