EL TPS es una condición migratoria temporal que protege a los nacionales de un país, cuando éste pasa por dificultades extraordinarias. La ley inmigratoria de Estados Unidos, con espíritu humanitario, permite que cuando un país pasa por dificultades extremas -conflicto interno o calamidad%u2014sus nacionales que se encuentren en Estados Unidos pueden obtener un estatus migratorio temporal, normalmente de 12 ó 18 meses, que los libra de deportación y les permite obtener permiso de trabajo. El Secretario de Homeland Security lo concede, a petición del gobierno del país afectado, cuando estima que sus nacionales corren riesgo en caso de ser obligados a regresar.
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Los migrantes guatemaltecos, particularmente los indocumentados, han tenido tres ocasiones para pedir el TPS. La primera fue a raíz de las muertes y devastación producidas por el huracán Mitch, que fue cuando los hondureños y nicaragí¼enses lo obtuvieron. Lamentablemente, en forma arrogante, el presidente Arzú no solicitó el TPS para los guatemaltecos, pese a que los estragos fueron mayores que en Honduras y Nicaragua. La segunda ocasión fue con motivo del impacto y secuelas del huracán Stan, que llevó al presidente Berger y a las comunidades guatemaltecas a solicitar al Presidente Bush esta medida humanitaria. í‰ste ni siquiera se dignó responder, en virtud de la discusión en el Congreso de la reforma migratoria en Estados Unidos.
Ahora, con el estado de calamidad pública declarada por el Gobierno de Guatemala, por la erupción del volcán de Pacaya y el paso de la tormenta tropical Agatha, al llenarse a cabalidad los requisitos para el TPS y a petición de las organizaciones guatemaltecas de migrantes, el presidente Colom ha sabido responder pronto y oportunamente para formular la solicitud oficial al presidente Obama. Eso no quiere decir que, automáticamente, se nos vaya a conceder el TPS, aunque la Embajada de Estados Unidos haya sugerido que se dará una respuesta rápida y considerada. De hecho, éste es el momento para realizar nuestros mejores esfuerzos por lograrlo.
Con fecha 15 de junio, la Red por la Paz y el Desarrollo de Guatemala (RPDG), en conjunto con muchas otras organizaciones, envió una nota a la Secretaria de Homeland Security Janet Napolitano, calzada con cerca de 3 mil firmas, para apoyar la solicitud del Gobierno de Guatemala. Si bien ese número demuestra una exitosa iniciativa, estamos lejos de movilizar al millón y medio de inmigrantes guatemaltecos en Estados Unidos y al conjunto de nuestra sociedad civil. Esa es nuestra tarea inmediata. Para el 7 de julio, las firmas en la carta a la Sra. Napolitano deben pasar de 20 mil y los mensajes de todo tipo al Presidente Obama no deben ser menos de 10 mil. Pueden ser muchos más; pero eso dependerá del compromiso que todos y todas asumamos en esta campaña. Recordemos que su éxito no es del gobierno, ni siquiera del Estado en su conjunto, ni de unas u otras organizaciones de migrantes; en última instancia, es del pueblo de Guatemala, el cual será también su principal beneficiario: no más deportados y muchas más remesas, al poder trabajar nuestros migrantes en forma normal. Como RPDG, aportaremos nuestro grano de arena, confiando en que nadie se quedará atrás. Sumemos nuestra firma.