Personaje del año


Editorial_LH

Muchos medios de comunicación hacen anualmente la selección de su particular personaje del año, pero sin duda alguna, a lo largo de muchísimos años ha sido la revista norteamericana Time la que hace la selección más esperada y hoy se anunció que tras apenas unos meses de Pontificado, fue designado el Papa Francisco como la persona más importante en el año por el impacto que ha tenido en la escena mundial con sus frontales y categóricos planteamientos de reforma de una de las instituciones más antiguas del mundo.


Muchos Pontífices de la Iglesia Católica han ocupado la portada de Time como personajes de algún año, pero ninguno tan pronto luego de su investidura, por cierto una de las más sencillas comparable con el estilo que escogió Juan Pablo I. Y es que en medio de los escándalos de los llamados Vatileaks, es decir las filtraciones de documentos secretos durante el papado de Benedicto XVI, fue evidente que la curia romana vivía uno de sus peores momentos y la Iglesia misma sufría por las consecuencias no sólo de los actos de pederastia y el encubrimiento de muchos obispos y hasta de altos cuadros del Vaticano, sino también por el conocimiento pleno de manejos de lavado de dinero en el Instituto de Obras de la Religión o Banco del Vaticano, como se le conoce corrientemente.
 
 La Iglesia, fundada hace más de dos milenios por el mismo Jesucristo, ha tenido épocas difíciles a lo largo de su historia y ha sobrevivido a los gravísimos errores de sus mismas autoridades que llegaron al colmo de autodeclararse infalibles (forzando a que un Concilio así lo afirmara), no obstante la gran cantidad de errores graves en cuestiones de fe en que incurrieron tantos Papas. Galileo puede ser el mejor ejemplo de cuán infalible puede ser la condena papal.
 
 Pero en todos los casos ha surgido la figura idónea para corregir el rumbo, para devolver la Iglesia a su verdadero origen y compromiso, alejándola de esa fatua vanidad superflua que los humanos que la dirigen introdujeron en muchas y prolongadas etapas de su existencia.
 
 Francisco es ya un personaje polémico, muy respetado por muchos y muy odiado por otros que coinciden con Rush Limbaugh, el protestante que le llamó “marxista”, porque al decir que no podemos sucumbir a la adoración del dinero estiman que está criticando al sistema capitalista. Así de negra será su conciencia.
 
 La designación de Time confirma ese carácter tan especial de su Pontificado, no exento de riesgos porque en ese mismo Vaticano, nunca se aclaró la muerte de Juan Pablo I, otro Papa humilde, sencillo, inteligente y reformista.

Minutero:
No nos llamemos a engaño 
con la distinción al Papa Francisco
quien aun siendo el Hombre del Año 
se enfrenta a un rebaño arisco