Persiste amenaza


Manifestaciones. Unos estudiantes universitarios turcos protestan en contra del Partido de Trabajo Kurdo (PKK), por sus posturas ante Turquí­a. (AFP / La Hora)

La amenaza turca de una incursión militar contra las bases de los rebeldes kurdos en el norte de Irak seguí­a cerniéndose hoy pese a los esfuerzos diplomáticos y mientras los dirigentes civiles y militares de Ankara tienen prevista una reunión para estudiar sus opciones.


La visita a Bagdad de ayer del canciller turco, Ali Babacan, provocó las primeras medidas por parte iraquí­, que prohibió en su territorio las actividades de los separatistas del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y decidió cerrar sus oficinas.

Pese a este paso, el gobierno turco no tiene intención de quedarse de brazos cruzados y sigue enarbolando la amenaza de atacar las bases de los rebeldes del PKK en el norte de Irak, el territorio ocupado por la región autónoma del Kurdistán.

Babacan rechazó el martes una oferta de tregua condicional realizada el lunes por el PKK, pues Ankara la consideró en la lí­nea de las otras cinco treguas adoptadas anteriormente por el PKK, que las rompió sistemáticamente con nuevos ataques y atentados.

Pese a que el jefe de la diplomacia turca anunció que su paí­s desea privilegiar la ví­a diplomática para resolver la crisis, la opción militar está aún sobre la mesa.

Según publicó el miércoles la prensa turca, citando al viceprimer ministro Cemil Cicek, la aviación turca bombardeó el domingo posiciones del PKK situadas 50 km dentro del territorio iraquí­ tras un ataque de los rebeldes kurdos que ese mismo dí­a costó la vida a 12 militares turcos.

Esta información ha sido posiblemente divulgada por el propio gobierno de Ankara para mostrar que Turquí­a va en serio y que puede, «en cualquier momento», como ya dijo Babacan, entrar en el Kurdistán iraquí­ para atacar a las bases donde se refugian unos 3.500 rebeldes del PKK.

En este clima, el Consejo Nacional de Seguridad (MGK) tiene previsto reunirse en Ankara para estudiar las posibles opciones.

Por su parte, la presidencia del Kurdistán iraquí­, a la que Turquí­a acusa de apoyar a los rebeldes del PKK, pidió el miércoles a este movimiento que ponga fin a la lucha armada que lleva a cabo contra el Estado turco desde 1984.

«Pedimos al PKK que renuncie a la violencia y la lucha armada», indicó un comunicado de la oficina del presidente del Kurdistán iraní­, Massud Barzani, quien rechazó también «el uso del territorio iraquí­ para amenazar la seguridad de sus paí­ses vecinos».

Esa nota es el compromiso más claro del gobierno de la región autónoma kurda iraquí­ desde el comienzo de la actual crisis.

Pero Turquí­a sólo reconoce como interlocutor al gobierno de Bagdad, por lo que el llamamiento de Barzani corre el peligro de no hacer demasiado efecto en los turcos, que piden que los kurdos iraquí­es expulsen de su territorio a sus «hermanos» del PKK.

Además, el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, se encuentra en una posición delicada por el tema de los ocho soldados turcos que el PKK dijo haber capturado el domingo y cuyas fotos fueron difundidas el martes por una agencia pro kurda en un sitio internet inaccesible el miércoles.

La opinión pública presiona para que el gobierno los recupere y la oposición grita venganza.

Estados Unidos, por su parte, trata con Ankara y Bagdad para que se halle una solución diplomática a la crisis, pues teme que una incursión turca desequilibre una de las pocas regiones tranquilas de Irak.

La prensa turca, sin embargo, destacaba el miércoles que el plazo pedido por la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, a Erdogan para responder al ataque del domingo se acaba este miércoles.

«En cualquier momento»

El primer ministro de Turquí­a de visita aquí­, Tayyip Erdogan, dijo hoy que los soldados turcos podrí­an entrar al norte de Irak en «cualquier momento» para emprender una acción militar transfonteriza contra los miembros del PKK, gracias a la aprobación del parlamento turco.

«En este momento estamos en situación de espera, pero Irak debe saber que podemos usar el mandato (parlamentario) para la operación transfronteriza en cualquier momento», dijo Erdogan en una conferencia de prensa ofrecida con el primer ministro británico Gordon Brown en el número 10 de la Calle Downing.

«Cualquier esfuerzo de este tipo estará dirigido sólo contra el PKK», agregó.

El Partido de los Trabajadores Kurdos, o PKK, considerado organización terrorista por Turquí­a, Estados Unidos y la Unión Europea, emprendió en 1984 una campaña armada para establecer una nación sobre lí­neas étnicas en el sureste de Turquí­a, área fundamentalmente kurda. Décadas de luchas han cobrado más de 30.000 vidas.

El PKK lanzó el domingo un mortí­fero ataque contra soldados turcos en la provincia sudoriental turca de Hakkari, un área remota cercana a la frontera con Irak. Doce soldados murieron, 16 resultaron heridos y ocho se encuentran desaparecidos.

Erdogan dijo que Turquí­a habí­a esperado en vano a que el gobierno iraquí­ hciera frente a los guerrilleros del PKK en el norte de Irak.

Turquí­a «no puede esperar eternamente» a que la violencia termine, dijo.

La semana pasada, el parlamento turco otorgó el permiso a los soldados turcos para emprender operaciones trasnfronterizas en el norte de Irak.

En la conferencia de prensa, Brown dijo que «condena de manera absoluta e inequí­voca» las acciones del domingo de los rebeldes kurdos que dejaron 12 soldados muertos.

Gran Bretaña y Turquí­a acordaron construir lazos más estrechos en temas de seguridad para hacer frente tanto al PKK como a más amplias amenazas terroristas, dijo Brown.

EE.UU. dispuesto a cooperar

Estados Unidos expresó hoy su disposición para proveer a Turquí­a información de inteligencia para ayudar a sus tropas a atacar a rebeldes kurdos establecidos en Irak.

«Inteligencia procesable es algo que podemos proporcionar», dijo la portavoz de la Casa Blanca Dana Perino a reporteros. Sin embargo, declinó dar más detalles acerca de la oferta.

Perino hizo los comentarios después de que el presidente George W. Bush dijo a homólogo turco Abdullah Gul por ví­a telefónica el lunes que Estados Unidos apoya los esfuerzos de Turquí­a para responder a los ataques letales del Partido de los Trabajadores Kurdos (PKK).

También el martes, el portavoz del Departamento de Estado Sean McCormack dijo que continúan los esfuerzos diplomáticos para disipar las tensiones en la frontera de Turquí­a con Irak.

No hay reportes oficiales acerca de una cooperación concreta entre Estados Unidos y Turquí­a sobre la represión contra rebeldes kurdos, pero el periódico Chicago Tribune reportó hoy que el ejército de Estados Unidos ha considerado el lanzamiento de un misil crucero contra objetivos del PKK, aunque ataques aéreos utilizando aviones no tripulados son una opción más fácil, dijo un funcionario no identificado al rotativo.

Turquí­a ha prometido que tomará todas las medidas necesarias contra los rebeldes kurdos, incluyendo una posible incursión en el norte de Irak después de que docenas de soldados turcos fueron muertos recientemente por militantes del PKK.

El PKK, considerado como una organización terrorista por Turquí­a, Estados Unidos y la Unión Europea, lanzó una campaña armada en busca de una patria étnica en el sureste de Turquí­a de mayorí­a kurda en 1984, desatando décadas de una lucha que ha cobrado más de 30.000 vidas.