El ataque a periodistas es propio del principio de la campaña de la UNE, así­ suelen dar el banderazo de salida, para amedrentar al periodismo, calculan que con una ví­ctima de la información es suficiente para mantener atrás de la lí­nea a los precursores difusores de la información.  Esta maniobra ha sido usada en  Guatemala, por todos los partidos oficialistas que pretenden volver a las andadas en la próxima campaña que se avecina.  Creen que matando al mensajero se acabó la expansión de la noticia, sin entender que ellos son los que dan vida a la nota.  Esta nueva Guatemala está plagada de terrorismo a todas las escalas  a cualquier nivel.  Organizaciones paralelas al Ejecutivo, que formaron gremios criminales, especializados cada grupo en un área independiente una de la otra, pero formando todas la delincuencia organizada que amedrenta y aterroriza a sus habitantes.  Un ejemplo básico lo tenemos en la zona comercial, Cuatro Grados Norte, locales que fueron abandonados, a causa de la delincuencia reinante en la zona, plagada de extorsiones, robos, lograron ahuyentar a la clientela del comercio establecido y los dueños optaron por vender a bajo precio con tal de no formar parte de la estadí­stica de mortandad que va al alza imparable. Quién está detrás de estos funestos intereses.  Existe una sociedad que alquila los servicios de estos delincuentes, para apropiarse de los locales,  después vuelvan a ser vendidos en otra versión dentro de la competitividad y necesidades del mercado.  Necesitan guardar hermetismo para asegurar el éxito de la operación.