Pérez responsabiliza al Congreso por la falta de fondos para pactos


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Ante la presión que ejercen los sindicatos de trabajadores del Estado para que se cumplan los pactos colectivos de trabajo, el presidente Otto Pérez Molina responsabilizó al Congreso de la República por no aprobar el presupuesto para 2014 y garantizar los fondos que se requieren para honrar compromisos.

Por Eder Juárez
ejuarez@lahora.com.gt

Según el mandatario, el Organismo Legislativo  tiene la obligación de conocer, aprobar o improbar un presupuesto. «Que no lo haya hecho este Congreso es otra cosa, pero nosotros no podemos dejar de planificar sencillamente porque no se sabe si se aprobará o no el presupuesto», indicó.

“Tenemos que planificar en forma positiva y que los procesos se darán y que cada organismo cumplirá con la parte que le corresponde. Ahora no se dio, por lo que se tienen que buscar alternativas para darles respuesta a los compromisos”, dijo Pérez Molina, en referencia a los pactos colectivos de trabajo.

El Presidente indicó que no solamente está el compromiso con el magisterio, sino más responsabilidades que están puestas en el presupuesto del 2014, por lo que “nosotros no nos vamos a quedar parados, no nos vamos a detener, aunque el presupuesto no haya sido aprobado, nosotros vamos para adelante, y que el año 2014 será mejor… con o sin presupuesto”.

Pérez Molina, dijo que al no aprobarse el presupuesto 2014 hay un problema en el magisterio, ya que un poco más de la mitad del aumento del presupuesto estaba asignado a Educación, de ahí que los docentes tienen razón en mostrar preocupación.

Además expresó que en los próximos días sostendrá una reunión con representantes del magisterio para tratar el tema y mostrar la voluntad del Gobierno para cumplir con este pacto.

PROBLEMAS PARA FINANZAS

Ayer La Hora publicó un reportaje sobre cómo los “Pactos colectivos de trabajo socavan la salud financiera del Estado”, en el cual se expone que al momento de suscribirse los acuerdos, las autoridades buscan popularidad con los sindicatos, utilizándolos como lanza política y no toman en cuenta las posibilidades de las instituciones para garantizar en el futuro un equilibrio financiero que les permita cumplir con los compromisos, y de paso, comprometen las finanzas estatales para la eternidad.

El problema de los pactos colectivos de trabajo no es precisamente que se mejoren las condiciones laborales, sino que las instituciones carecen de liquidez financiera y planificación de largo plazo para cumplir con los compromisos adquiridos con los trabajadores, lo que posteriormente genera complicaciones al momento de no contar con recursos presupuestados.

Aunque los pactos colectivos establecen plazos de “vigencia”, los aumentos salariales, la incorporación de los bonos a los sueldos y los demás beneficios laborales adquiridos continúan vigentes en los años subsiguientes, trascendiendo a diversas administraciones, teniendo consecuencia serias al comprometer los recursos financieros en el futuro.