Al abrir el Diario La Hora el viernes 23 de julio de 2010, su página 3 aturde a la ciudadanía con el titular: Gobierno prorroga contrato de Perenco, sabiendo ampliamente la población que la extensión del contrato con esa explotadora extranjera es a todas luces inconstitucional, injusta y nefasta. En todos los medios de comunicación se advirtió a la población y al gobierno con suficiente antelación las razones válidas por las cuales la prórroga es funesta para el Estado de Guatemala, desde los puntos de vista constitucional, económico, ecológico, ambiental, social y riñe con tratados internacionales.
Como en el artículo anterior expresé, Sr. Presidente, sabemos que la crisis económica es apremiante para Guatemala y, en términos generales, los ciudadanos, no sabemos de la realidad de los problemas económicos de la Nación. Sin embargo, quienes tenemos algún conocimiento y conciencia ecológica sí sabemos que todo es asunto de prioridades y que la prioridad uno es la buena conservación del entorno, porque el cambio climático no está de broma con la humanidad.
El cambio climático es una realidad que hará pedazos a nuestro pequeño país y será peor mientras más abusemos de las buenas condiciones ambientales y ecológicas que encontraron originalmente los guatemaltecos. El miércoles 7 de julio de 2010, el diario Prensa Libre editó como titular: «Ex jefe del Conap ocultó impacto de petrolera en Petén» y dice en portada, «Sergio Enrique Véliz mutiló de plan de manejo de Laguna del Tigre las alertas sobre daños de explotación y carretera. Autoridades del Conap señalan en MP, por tres delitos, a ex funcionario que urdió beneficio para compañía Perenco.» (sic)
En las primeras dos páginas interiores de esa edición manifiesta el matutino como titular: «Alertan plan en favor de petrolera» y en partes propias apunta: «Juan Carlos Carrera, director jurídico del Conap, señaló que el ex secretario ejecutivo Sergio Véliz suspendió el plan maestro cuando el Consejo lo había aprobado, y curiosamente, tres días después, personeros de la petrolera Perenco, entre ellos Arthur de Fauterau, se presentaron al Conap para pedir la suspensión del plan, porque consideraban que tenían una serie de observaciones que hacer.» (sic) Y dice también: «Francisco Castañeda, director del Centro de Estudios Conservacionistas (Cecón), de la Universidad de San Carlos (Usac), que tiene a su cargo los biotopos del país, comentó que fue esa institución la que se dio cuenta de que el plan maestro que se publicó no era el mismo que se aprobó. «Nosotros participamos en los estudios de campo y en la elaboración del plan maestro; conocíamos la parte técnica aprobada, pero no sabemos en qué momento y quién modificó el contenido, aseguró. Como miembro del Consejo del Conap, presentamos la denuncia ante los otros miembros de ese cuerpo colegiado, para que se investigara lo que había pasado», agregó Castañeda.
«En el contenido original del plan maestro se leía la recomendación de que se evaluara el contrato petrolero y se solicitara a la empresa Perenco una reparación de los daños que esa actividad causó al Parque.»
Entonces, como ambientalista militante en varias instancias, le pregunto con respeto, ¿Qué le pasó Sr. Presidente? ¿Cómo y de qué manera pudo usted realizar una acción inconstitucional tan rústica, amarrándose con la corrupción que campea dentro de los gobiernos? ¡Qué pena por Guatemala y por usted Sr. presidente Colom!