Las casas de apuestas de Las Vegas dijeron que al menos 300 millones de dólares cambiaron de manos en todo el mundo por la polémica decisión de los árbitros al final del partido del lunes de la NFL entre los Packers de Green Bay y los Seahawks de Seattle.
El jefe de las casas de apuestas deportivas en Las Vegas, Jay Kornegay, dijo el martes que los apostadores en el casino The LVH reaccionaron con sorpresa, festejo y luego enojo cuando el resultado favoreció a los apostadores de los Seahawks.
«Hemos visto a los árbitros regulares cometer errores en una jugada. Eso siempre ha sido parte del deporte», indicó Kornegay. «Pero esta fue una decisión incorrecta y descarada al final de un partido, que decidió el resultado del partido».
Seattle ganó 14-12 después que los árbitros decidieron que el receptor de los Seahawks, Golden Tate, atrapó la pelota en medio de varios jugadores después de un pase desesperado en la última jugada del partido. Los Packers alegan que su safety M.D. Jennings interceptó el pase.
El experto en apuestas, RJ Bell, de la compañía Pregame.com con sede en Las Vegas, calculó que dos terceras partes de las apuestas en todo el mundo favorecían a los Packers, y que se apostaron unos 150 millones de dólares más a Green Bay que a Seattle.
«Debido a una decisión incorrecta de los árbitros suplentes, los apostadores perdieron 150 millones de dólares, y las casas de apuestas ganaron 150 millones, para un total de 300 millones de dólares que cambiaron de manos por una decisión mala», señaló Bell.
Mike Colbert, el encargado de fijar las líneas de apuestas para Cantor Gaming, una empresa que administra siete casas de apuestas en Las Vegas y fija las líneas para el 90 por ciento de los casinos en Nevada, dijo que Cantor recibió cerca de 20% más dinero en apuestas que la norma para el partido del lunes.
Colbert indicó que, como fanático de la NFL, se siente mal por los apostadores que perdieron, aunque su compañía ganó dinero.
«Tengo que decir que me sentí mal», señaló.
Hacen lo mejor posible
Tom Brady dijo que los árbitros sustitutos hacen lo mejor posible y no tienen la culpa por el resultado de cualquiera de los partidos de los Patriots.
El quarterback de Nueva Inglaterra también señaló el martes que no vio la jugada del partido del lunes que terminó con un triunfo 14-12 de Seattle sobre Green Bay. Los árbitros le otorgaron un touchdown a Golden Tate en un pase que parecía haber sido interceptado por M.D. Jennings.
Brady dijo en la emisora WEEI que una de sus tareas es no preocuparse por las decisiones de los árbitros.
Los Patriots (1-2) perdieron el domingo 31-30 ante Baltimore, en un partido decidido por un gol de campo en la última jugada. El entrenador Bill Belichick agarró el brazo de un árbitro mientras salía del terreno, y luego indicó que quería averiguar si podían revisar la jugada.
Tema de campaña política
Las bochornosas decisiones arbitrales en el fútbol americano, incluida una que significó el lunes la cuestionable victoria de los Seahawks de Seattle sobre los Packers de Green Bay, se transformó en tema de campaña luego que el presidente Barack Obama consideró que la situación es «terrible» y declaró que ha llegado el momento de que los árbitros titulares regresen a sus empleos.
«He dicho durante meses que debemos lograr que nuestros árbitros regresen», dijo Obama al regresar a la Casa Blanca luego de hablar ante las Naciones Unidas. En un «tuit» publicado con sus iniciales, el mandatario dijo, «los aficionados a la NFL, de todos los bandos, esperan que el cierre patronal que involucra a los árbitros se resuelva pronto».
En una extraña coincidencia con Obama, el candidato republicano a la vicepresidencia Paul Ryan, dijo también que llegó el momento de traer de vuelta a los «árbitros de verdad». Ryan es originario de Wisconsin, donde está Green Bay.
Sin embargo el candidato aprovechó la polémica de los últimos días para esgrimir un argumento partidista y señalar que Obama debe dejar la Casa Blanca.
La situación «me recuerda al presidente Obama y la economía», dijo Ryan en Cincinnati. «Si no puedes hacerlo bien, es hora de que te vayas. Tengo la impresión de que estos árbitros trabajan a medio tiempo para el gobierno de Obama, en la oficina de presupuesto… tratan de decidir quiénes son los ganadores y los perdedores, y no parecen hacerlo bien».
Seattle venció 14-12 a Green Bay luego que los árbitros determinaron que un receptor de Seattle atrapó el balón en medio de varios jugadores aglomerados en la zona de anotación, en la última jugada del partido. La NFL reconoció que una infracción cometida antes de que el pase llegara no se marcó, lo que costó a los Packers la victoria.
Sin embargo, la liga ratificó que fue el jugador de Seattle quien atrapó el ovoide y que los Seahawks habían ganado. Innumerables aficionados vieron incrédulos la jugada y la decisión de los árbitros, y seguían comentando la controversia el martes.
Obama, un aficionado entusiasta de los Bears de Chicago, habría estado normalmente feliz por una derrota de los Packers, sus rivales acérrimos.
Pero además de ser un gran aficionado al deporte, el presidente ha redoblado recientemente los esfuerzos por llevarse el triunfo electoral en Wisconsin. Recientemente, su campaña comenzó a transmitir anuncios en ese estado y Obama realizó el sábado un acto proselitista en Milwaukee, su primera visita a Wisconsin desde febrero.
La NFL declaró un cierre patronal, que marginó a los árbitros de la liga en junio, después de que expiró su contrato. La liga ha usado árbitros sustitutos, que han enfrentado críticas crecientes por sus decisiones en varios partidos.
Jay Carney, vocero de la Casa Blanca, dijo a los reporteros a bordo del avión presidencial que Obama vio el partido del lunes por la noche y «piensa que hubo un problema grave con esa decisión».
«Dijo que lo ocurrido en el partido ilustra el motivo por el que ambas partes deben unirse y zanjar sus diferencias para que los árbitros titulares vuelvan al terreno, a fin de que podamos concentrarnos en un deporte que amamos, en vez de debatir si un partido se ganó o perdió por una mala decisión», dijo Carney.
En una entrevista telefónica sostenida el martes con el diario des Moines Register, Obama dijo que no está culpando a los árbitros sustitutos.
«Los han puesto en una situación complicada», dijo el presidente. «Pero el hecho es que éste es un deporte muy difícil de dirigir. Y para mí no tiene sentido que una liga que es tan exitosa no quiera emplear a los mejores».