Pérdida de identidad por globalización


A los artistas «que viven al fin del mundo» les acecha el serio peligro de ver borrada su identidad por la globalización», afirmó el artista chileno Juan Dávila, quien presenta obras pictóricas en la Documenta XII, de Kassel (centro de Alemania).


«La globalización nos requiere a los creadores que viven al fin del mundo para borrarnos lo que es único y nuestro, demostrando así­ su poder de uniformarlo todo bajo el signo de lo plural», declaró Dávila, nacido en Santiago de Chile en 1946 y radicado en Australia desde 1974, en una entrevista con la AFP.

Para Dávila, «la Modernidad cultural no es una invención europea» (de corrientes como el expresionismo, el «fauvismo» o de artistas como Pablo Picasso que se inspiraron en obras primitivistas) «ya que «las culturas indí­genas predatan lo Moderno y eso es algo no pensado», afirmó.

La misma «Documenta da ejemplos de Asia, Africa y Latinoamérica al respecto», señaló el artista chileno, quien presentó 12 óleos en la exposición que se extenderá hasta el próximo 23 de septiembre.

Los cuadros presentados por Dávila en la Documenta, entre ellos «The Arse End of the World» («El culo del mundo»), «Juanito Laguna» y «The Liberator Simón Bolí­var», muestran al artista chileno ocupándose contí­nuamente en sus obras y escritos de cuestiones referidas a la identidad cultural, sexual y polí­tica, basadas en la historia del arte y la iconografí­a de América Latina, Australia, Europa y América del Norte.

En «The Arse End of the World», Dávila retrata a dos investigadores y viajeros del siglo XIX, Burke y Willis, quienes murieron en medio de una de sus expediciones y como pareja «gay» mantuvieron distancia con respecto a la sociedad victoriana formal de entonces.

«On the Fringes of Melbourne» («En la periferia de Melbourne») describe lugares suburbanos y rurales australianos, con técnicas pictóricas que se apoyan en el realismo parisino y la pintura de salón de 1850/1860, así­ como en los paisajes melancólicos y alegóricos de los «impresionistas» coloniales, como Frederick McCubbin, quien describe la labor de los campesinos, la soledad de los colonos y el extraví­o de los niños en aquellas remotas y vastas regiones en los confines del mundo.

De la Documenta XII, que abrió sus puertas el pasado 16 de junio, con 500 obras de 113 artistas y aguarda la presencia de más de 650.000 visitantes, «espero un debate sobre los orí­genes de la Modernidad».

«El arte en Australia ha sufrido una regresión que es producto del sistema polí­tico neo-conservador en que vivimos», lamentó el artista al describir la situacion del arte en ese continente.

«Arte es sólo producto y comercio en Australia a nivel de gobierno», criticó el artista, cuya presentación en Kassel es respaldada sin embargo por el gobierno australiano a través del Australian Council for the Arts.

«Contrario a eso hay artistas pensantes y progresivos, pero sus obras operan en microcircuitos», señaló Dávila.

«Las instituciones de arte australianas dependen de los dineros del Estado y tienden a promover ’arte controversial’ como una forma de marketing. Esto borra los grandes debates posibles», concluyó.