El atleta Víctor Gorizaba no cedió en su esfuerzo ganador, hasta que su pecho varonil rompió la cinta que señalaba la meta de esa competencia de 42 kilómetros, en New York.
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Había vencido a más de 14 mil competidores, los que vieron impotentes, cómo él los rebasaba con un paso tan vivo y triunfal que hasta les dio gusto perder con un corredor de esa categoría.
Mientras se esperaba la llegada del segundo y tercer lugar, un periodista le preguntó si había tenido algún problema; Víctor respondió así:
-Como siempre, el sudor me molestó un poco, perdí algo de tiempo cuando tomé agua, y me caí una vez, pero esas pequeñas dificultades fueron fáciles de vencer.
El reportero le extendió la mano, pero recordó que Víctor carecía de ambos brazos.
MíS QUE GENTE PERFECTA, EL í‰XITO PIDE PERSONAS ESFORZADAS.